Preocupación
Las plagas mutan y ponen en peligro la producción agraria
Los agricultores piden que se autorice el uso de fitosanitarios tras «arrancar plantaciones enteras» afectadas por trips o virosis y comprobar que el «tratamiento biológico» no es efectivo
Hace apenas un mes que arrancaba la campaña agrícola en Almería y los productores, sobre todo en el Poniente, ya han comprobado que las plagas y enfermedades vegetales volverán a ser uno de los principales problemas para sacar adelante sus cosechas. Los cultivos tempranos de invernaderos en la zona de Dalías, Berja y Santa María del Águila sufren elevada presencia de araña roja, mientras que el trip parvispinus, que causó muchos problemas la temporada pasada, está impactando con fuerza en el área conocida como Tierras de Almería, extendiéndose sin control más al este, hasta explotaciones de Roquetas de Mar y Vícar.
«Estamos muy preocupados porque no tenemos productos con los que trabajar contra la incidencia de estas plagas», explicó Andrés Góngora, secretario provincial de Coag en Almería. «No es solo el parvispinus, que está causando efectos muy graves en pimiento, es que también en el calabacín el virus del Nueva Delhi y el pulgón están haciendo estragos», describió el responsable de la organización agraria, asegurando que «se han tenido que arrancar plantaciones enteras», porque «la única herramienta que nos dejan para combatirlos es la lucha biológica y, no solo es que haya que estar muy encima, es que cuesta mucho trabajo y en algunos casos ni siquiera con toda la atención hay manera de vencer la infección».
Desde Coag recuerdan que «estamos en la misma situación o peor que la pasada campaña». La virosis nos genera muchos problemas y ya le dijimos a la Junta de Andalucía que había que buscar soluciones dentro del plan estratégico para invernaderos», señaló Góngora, apostando por que «se autorice el uso de productos fitosanitarios de forma extraordinaria», ya que «necesitamos herramientas excepcionales si no queremos ver comprometida la producción de gran parte de la provincia de Almería». En este sentido, «estamos ahora mismo en el límite de poder controlar un problema que puede afectar gravemente a cientos de productores», sentenció Góngora, pidiendo un «mayor compromiso de las administraciones en solucionar esta situación».
Por su parte, la presidenta de Asaja en Almería, Adoración Blanque, lamentó que «la historia se repite» con las plagas, presentándose «una climatología muy favorable para que avancen, muten y se hagan cada vez más resistentes». Pero para la patronal agrícola almeriense el calor no es el único factor que provoca «una de las principales preocupaciones de los agricultores» este año, pues «se ha prohibido el uso de materias activas que se usaban para controlar las enfermedades, sin que se hayan creado registros nuevos compatibles con la lucha integrada y no hay prácticamente nada que sea eficaz contra las nuevas amenazas». Así, «la última posibilidad que tienen los agricultores es combatirlo con bichos», precisó Blanque, «pero dependiendo de la zona, el momento y muchos factores más, pueden ser efectivos o que no se pueda hacer absolutamente nada».
De este modo, «hay hectáreas de cultivo levantadas por la incidencia del parvispinus», reiteró la presidenta de ASAJA, describiendo «una situación muy difícil de sortear para los productores afectados, porque no es fácil ni barato llevar un cultivo a una fase de crecimiento para la que ya no se ve una solución».
Los daños provocados por el Trips Parvispinus son visibles en la deformación de los brotes, la decoloración de las hojas, el daño en las flores y la marca en los frutos, lo que reduce el valor comercial de la producción. En algunos casos, los cultivos han tenido que ser abandonados prematuramente, lo que ha provocado pérdidas económicas para los productores. Afectación similar para la venta en el caso de la araña roja, que suele afectar a los cultivos más tempranos, sembrados entre junio y julio de este año. «A diario dedico entre 4 y 5 horas a identificar y tratar los focos de la plaga, empleando principalmente lucha biológica, pero la araña roja avanza rápidamente y va por delante del tratamiento biológico aplicado», relató uno de los agricultores ejidenses afectados en su explotación, alegando que «nos hemos quedado sin soluciones, los medios disponibles no son suficientes para frenar su expansión».
La situación es tan extrema que ha provocado la convocatoria de la Mesa de Interlocución Agraria de Almería este mismo lunes, para «trazar la hoja de ruta que nos lleve, con las herramientas que ya conocemos, con el control biológico, a poner freno a esta amenaza», afirmó el consejero de Agricultura de la Junta de Andalucía, Ramón Fernández-Pacheco, indicando que «estamos muy pendientes de los problemas de la sanidad vegetal», pero sin que se atisbe por el momento la vía de la autorización de químicos y fitosanitarios. «La previsión para la campaña de este año es buena, vamos a atender la petición de encuentro con organizaciones agrarias y diferentes cooperativas para trazar un plan de acción que sea efectivo», repitió el consejero, en una comparecencia desde El Ejido, donde también el alcalde de la localidad, Francisco Góngora, declaró que «el control biológico tiene que ser la apuesta» y «se tienen que aplicar todas las medidas en nuestro poder».