Agricultura

Un problema no solo francés

Organizaciones agrarias anuncian actos de protesta «de ámbito regional» contra el «mercado desregulado» y la «competencia desleal» en Europa

Varios camiones circulan, a 27 de enero de 2024, en La Jonquera, Girona, Catalunya (España). Se ha reabierto el tráfico en la A-9 francesa y la AP-7 española en la frontera entre Francia y España tras los cortes producidos ayer por las protestas de los sindicatos agrarios franceses. Estas protestas del sector agrario se han ido extendiendo por todo el país desde la semana pasada con bloqueos de carreteras y tractores, mientras la consigna del Gobierno es evitar la intervención policial para n...
Continúan los riesgos para camioneros que atraviesan piquetes a costa de su carga Lorena SopênaEuropa Press

El sector hortofrutícola es clave para Almería y para Andalucía, pero lleva años sufriendo ataques y actos vandálicos a sus exportaciones en Francia, pese a padecer los mismos problemas de «competencia desleal» y «mercado desregulado» que denuncian los agricultores galos. Por ello, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han acordado aprovechar la «ola reivindicativa» que azota Europa y poner en marcha su propio calendario de movilizaciones para «recuperar la preferencia comunitaria y garantizar nuestra soberanía alimentaria». Las protestas se producirán inicialmente desde el «ámbito regional» y en un contexto de «frustración y malestar creciente debido a las difíciles condiciones y asfixiante burocracia que generan las normativas de la Unión Europea», según el comunicado conjunto de los representantes de los agricultores.

«Hay motivos sobrados para movilizarse», explicó Andrés Góngora, secretario provincial de COAG en Almería, ya que «compartimos las preocupaciones de los agricultores franceses». En el caso almeriense, «nuestra protesta se centra en dos problemas concretos: la sequía, con una situación desesperada para los agricultores y ganaderos de secano de la provincia; y la entrada descontrolada de productos de terceros países, fundamentalmente de Marruecos». El responsable nacional de frutas y hortalizas de la coordinadora agraria explicó que «los agricultores luchan frente a un mercado desregulado que importa productos agrarios a bajo precio, lo que presiona a la baja los alimentos producidos en España». Todo, «mientras se siguen cerrando acuerdos de libre comercio que agudizan estos problemas», lo que supone una «contradicción» e «hipocresía» en la actuación política de la Unión Europea, al permitir la entrada de «producciones que no cumplen las normativas internas», abriendo las puertas a una «competencia desleal que pone en jaque la viabilidad de miles de explotaciones en territorio comunitario». Motivos que argumentar para exigir «la paralización de estas negociaciones con países terceros» y «el aumento de los controles en la frontera», además del cumplimiento de «las normativas y pagos arancelarios establecidos en el acuerdo de libre comercio», indicó Góngora. Desde la COAG han anunciado que centrarán sus movilizaciones «en el bloqueo de los puertos», principales puntos de entrada de la competencia desleal y de que «la soberanía alimentaria europea esté en peligro».

No serán las únicas demandas que sacarán a la calle los agricultores andaluces, porque «sufrimos una excesiva burocracia que supone nuevos costes, inasumibles en la situación actual», como apuntó la presidenta de ASAJA en Almería, Adoración Blanque. Apeló a «dificultades para cumplir los objetivos que se marcan a nivel medioambiental desde Bruselas», junto a reclamaciones para una flexibilización y simplificación de la actual Política Agraria Comunitaria (PAC). Las organizaciones agrarias pretenden emplazar también al Gobierno español a «modificar la Ley de la Cadena Agroalimentaria para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción», evitando cotizaciones «anormalmente bajas» en las producciones agroganaderas.

Además, en el ámbito de sus competencias, piden a las comunidades autónomas reformas urgentes de nuevo en cuanto a la simplificación de los trámites burocráticos, con mención expresa a «una política de sanidad animal coordinada» y que no «hunda aún más a nuestros ganaderos», apuntilló Blanque. Otras demandas en las que coinciden las organizaciones agrarias son «frenar la especulación y la compra de tierra que están realizando los fondos de inversión y agentes fuera del sector agrario», o que se articulen «ayudas directas” para amortiguar «una situación límite de rentabilidad» en estos momentos.

Reivindicaciones que coinciden con la petición de que «se tomen las acciones necesarias para garantizar la libre circulación de mercancías», como expresó Luis Miguel Fernández, gerente de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de la provincia de Almería (Coexphal). «Enviamos a Francia 400.000 toneladas por valor de 500 millones de euros, pero es que las 2,7 millones de toneladas que exportamos pasan por ahí». «Si continúan los bloqueos de carreteras en Francia estamos hablando de pérdidas de 75 millones de euros por semana», declaró Fernández, recordando que «compartimos esas protestas, pero sus acciones nos están costando un grave perjuicio». El sector hortofrutícola apunta a pérdidas millonarias que también han movilizado a ayuntamientos de poblaciones muy ligadas a esa economía como El Ejido y Níjar, desde donde han dirigido escritos para que se garantice la «libre circulación».

«Ya tenemos serias dificultades para salir adelante, si encima no dejan llegar nuestras mercancías, pondremos en riesgo a miles y miles de personas», afirmó el regidor ejidense, Francisco Góngora, calculando «un coste económico significativo» que «trastoca toda la relación comercial con nuestra distribución».

Transportistas indefensos

Mientras la confederación española del transporte, Fenadismer, consigue que se flexibilice la norma del tacógrafo a los afectados por los bloqueos en Francia, continúan los riesgos para camioneros que atraviesan piquetes a costa de su carga. «Me rompieron el espejo, me pegaron una pedrada en el cristal del copiloto, me vaciaron el extintor dentro de la cabina, otro pegando con un puño de hierro en mi ventana y me cortaron la goma del freno del remolque…» relataba Manuel Macías, transportista granadino que llevaba mercancía desde El Ejido hasta la ciudad alemana de Colonia. Un suceso acaecido ante «la pasividad de los gendarmes, que nos metían en la boca del lobo».