Agricultura

El cambio climático reduce un 6% la producción agrícola almeriense

Un estudio de COAG augura pérdidas de más de mil millones de euros hasta 2030 por la sequía

Cultivo de invernadero en Almería
Cultivo de invernadero en Almería EP

“La proyección es que, si no se hace nada, la producción agraria en Almería va a caer un 6% anual y a un ritmo creciente”. “Se calculan pérdidas de 1.280 millones de euros en 6 años, si sigue bajando la capacidad de los cultivos debido al estrés hídrico y la incidencia de la virosis observada las últimas campañas”. El secretario provincial de COAG Almería, Andrés Góngora definió como “preocupantes” los datos recogidos por el estudio de impacto que ha presentado esta organización agraria y que recoge los efectos del cambio climático con una proyección del periodo 2023-2030.

Según las conclusiones de este trabajo, los principales problemas irán asociados al aumento de la evapotranspiración por subida de temperaturas y el descenso de las precipitaciones, confirmado que “aunque la campaña pasada los datos económicos fueron positivos, hubo un 5% menos de producción por las condiciones adversas que se dieron”.

Los efectos negativos afectan a la agricultura bajo plástico, ya que “se retrasaron dos semanas las siembras”, “los consumos de agua aumentan”, “hay problemas en el cuajado de los frutos y es enorme la incidencia de virosis”. Pero también incide en los cultivos extensivos de Almería con ejemplos como “un descenso del 70% en la producción de almendra”, según desveló Andrés Góngora, sumado a daños en cítricos, hortalizas al aire libre y frutos secos; todos ellos sujetos a la menor disponibilidad de agua para riego.

Desde COAG argumentan que “no solo aumenta la temperatura, sino que se muestra la cara más amarga” de la sequía, ya que “danas y ciclos climáticos adversos se llevan por delante cada año el 6% de la producción” y “disminuyen las resistencias de los cultivos ante plagas y virosis”. El informe ‘Más claro Agua. Impacto del cambio climático en la agricultura del arco mediterráneo’, también alude a una reducción del caudal de agua en un 12% si se mantiene el aumento de 1,5ºC de temperatura y predice un alargamiento de los periodos de sequía que pasarán de 106 días promedio en 2010 a 114 días en 2030.

En este sentido, el responsable del área de Seguros Agrarios de COAG, Jorge Fraile, subrayó en la presentación del estudio que “aunque existan medidas de adaptación que podrían amortiguar parte del impacto, estas tienen una capacidad limitada que podrían verse sobrepasadas si no hay una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global y en todos los sectores”. Adelantó que los seguros agrarios podrían tener dificultades para ofrecer una cobertura asequible por el aumento del riesgo, “aspecto que se ha evidenciado en las dos últimas campañas ante la magnitud de fenómenos climáticos adversos y extremos que han afectado a nuestra agricultura”.

La delegada de Gobierno de la Junta de Andalucía en Almería, Aránzazu Martín, destacó que “la unión tiene que ser el principio para combatir a nuestro único enemigo, que es el cambio climático” durante la presentación del informe de COAG en el salón noble de la institución. “Su repercusión en ámbito ambiental, económico y social ha sido una prioridad para el Gobierno de la Junta y, en ese contexto, el diseño y seguimiento de políticas que nos permitan paliar uno de sus principales impactos como lo es el de la sequía”, añadió Martín.

Grupos conservacionistas almerienses como la asociación de Educación Ambiental El Árbol de las Piruletas han valorado ya un estudio en el que “parece que se le empiezan a ver las orejas al lobo” con “problemas climáticos que nos afectan a nosotros y al bolsillo”, cuando “llevamos años advirtiendo que los cambios distorsionarán nuestra estructura económica”. Tras el informe, su portavoz, Moisés Palmero, advirtió que “esos cambios ambientales se van a hacer más claros en el futuro”, entre otras cosas porque “lo que se ha decidido en la Cumbre de la Tierra no va a servir de nada”y “los grupos ecologistas hemos aprendido que una cosa son los acuerdos del COV28 y otras las acciones reales de los gobiernos internacionales”.

“Tenemos un año tardío y estamos con el alma en vilo, con los tomates temiendo al virus del rugoso, que nos preocupa muchísimo”, decía en Más de Uno Agricultura de Onda Cero, el presidente de UNICA Group, José Martínez Portero. Desde la primera empresa exportadora de hortalizas de nuestro país, “este año notamos en la producción todo más tardío”, con “género que no ha cuajado al principio por los fuertes calores”. Si bien “los precios son aceptables”, “si tenemos nuevos apretones de temperatura, puede que tengamos algún problema en los meses de enero y febrero”, reconoció Martínez Portero. “Si nos falta agua es que somos muy tontos o muy vagos, porque tenemos que trabajar para que eso no pase”, sentenció el presidente de UNICA, indicando que “sacaremos el agua, aunque sea del Mediterráneo”. “Soy optimista, pero sobre todo me inquietan los virus”, valoró el veterano empresario hortofrutícola.