Incertidumbre

El Campo de Gibraltar aún espera las inversiones postBrexit

Empresarios lamentan que los fondos del Gobierno no han llegado y piden relaciones transfronterizas «estables y dignas»

Peñón de Gibraltar desde la playa de Levante de La Línea de la Concepción (Cádiz)
Playa de Levante de La Línea de la Concepción (Cádiz), con el Peñón de Gibraltar al fondoEPEP

El Brexit cumple siete años y la incertidumbre continúa en el Campo de Gibraltar, una comarca cuya vida económica y social depende en buena medida de las relaciones con la colonia británica. Un pequeño trozo de terreno que, precisamente, votó masivamente en contra de la salida de la Unión Europea y que todavía no ha encontrado su encaje definitivo en una zona con problemas poliédricos. Para amortiguar los efectos de este complejo proceso, el Gobierno anunció en 2018 un paquete de medidas a medio y largo plazo, respaldadas por una inversión de 900 millones de euros, encaminadas a impulsar la economía de la zona y a combatir el desempleo. Ahora, con la convocatoria electoral en ciernes, toca hacer balance y el resultado no puede ser más negativo.

Es lo que se desprende de las palabras de Francisco Arroyal, presidente del Consejo Territorial de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC) en el Campo de Gibraltar, quien asegura a LA RAZÓN que se han materializado «pocas inversiones» en la legislatura que acaba de expirar. «Se habla mucho de los Next Generation, pero eso no tiene nada que ver con el Brexit. Esos fondos están levantando muchas suspicacias porque no llegan y los requisitos son demasiado duros», apunta. La patronal exige al Ejecutivo que salga de las urnas el domingo «certezas». «Queremos tener claras las normas», asegura, porque con los vecinos de Gibraltar «debemos entendernos sí o sí». «La cuestión es saber hasta dónde podemos llegar y que todos cedan para alcanzar un acuerdo».

Los gobiernos de Reino Unido y España todavía no han definido las relaciones que existirán entre la Roca y el entorno más cercano, una situación que genera bastante desasosiego entre los casi 10.000 trabajadores españoles que acuden a diario a la colonia a trabajar. «Hay empresas que se están yendo a Malta. Mientras haya inseguridad la inversión se va», subraya Arroyal, además de remarcar la situación de excepcionalidad del Campo de Gibraltar, un entorno en el que hay cuatro fiscalidades distintas: la de Gibraltar, la propia de España, la de Ceuta y la de Marruecos. «Esto hace que los inversores se lo piensen dos veces antes de instalar sus negocios aquí. Tenemos terreno suficiente y somos un punto geoestratégico maravilloso, pero necesitamos ser atractivos para los inversores». El puerto de Algeciras es el que más volumen de mercancías mueve de España y en la zona existe un polo industrial pujante. Pese a ello, «Huelva tiene mejores condiciones que el Campo de Gibraltar», denuncia Arroyal, quien lamenta las «peleas entre los gobiernos».

En la misma línea se expresó recientemente el alcalde de Algeciras y candidato popular al Senado por Cádiz, José Ignacio Landaluce, quien denunció que «el Campo de Gibraltar no existe para el Gobierno de Sánchez». «Nos prometieron que iba a haber un compromiso y un plan de inversiones para la comarca tras el Brexit y no ha llegado nada». Algunos de los proyectos prometidos para La Línea eran una nueva comisaría de Policía Nacional, la remodelación del paseo marítimo de Levante o la variante de Campamento. Todas estas iniciativas han quedado en el dique seco.

Por su parte, la Mesa de Trabajo por La Línea, un colectivo que aglutina a 24 organizaciones, ha remitido a las 11 candidaturas al Congreso que se presentan por Cádiz una carta en la que exigen inversiones concretas y también el reconocimiento de la «singularidad» de la ciudad, fronteriza con Gibraltar y con graves problemas vinculados al narcotráfico y la seguridad. Entre otras cuestiones, reivindica la recuperación del hospital abandonado de San Bernardo o la puesta en marcha de un ramal ferroviario, junto a un plan de empleo para la zona e incentivos para las empresas. Junto a ello, subraya la necesidad de establecer relaciones fronterizas «estables y dignas». «Los problemas que sufre La Línea no son localistas, son una cuestión de Estado».

El Gobierno anunció en aquel ya lejano 2018 un Plan Extraordinario de Empleo para Andalucía con un apartado específico para la comarca, además de una oficina de inversión territorial para impulsar actuaciones en materia de empleo, formación, educación e inclusión social. Esta oficina informaría de posibles subvenciones europeas a empresas, ciudadanos y entidades del tercer sector. El Gobierno también se comprometió a que el presupuesto comunitario plurianual destine partidas a acciones específicas en el Campo de Gibraltar.

Con el fin de «modernizar las infraestructuras, favorecer el transporte de mercancías y reactivar la economía de la zona», en particular en el Puerto de Algeciras, el Ministerio de Fomento anunció una inversión de 810 millones para actuaciones en ferrocarriles y carreteras.

Junto a ello, se contemplaban iniciativas para fomentar el emprendimiento local y ayudar a las pymes, además de la creación de un Centro de Innovación Digital y Emprendimiento. En este ámbito, se articularían ayudas de entre 50.000 y 15.000 euros para el comercio y el turismo.