Medio Ambiente
Marzo ya es el mes más húmedo en Doñana: 250 l/m2
«Tenemos la marisma en su máximo esplendor», subrayan desde la Estación Biológica
Las precipitaciones continuadas de las últimas semanas no solo traen noticias preocupantes. Las inundaciones de calles, los cortes de carretera y vías ferroviarias o el riesgo de desbordamiento de ríos alertan y generan inquietud en la ciudadanía e incluso repercuten ya de forma negativa en algunos cultivos que no hace mucho clamaban el fin del periodo seco. Pero la lluvia, necesaria después de seis años de sequía pertinaz, conlleva muy buenas noticias también. Al volumen de agua embalsada –los pantanos ya desaguan porque muchos de ellos se han llenado– se suma la recuperación de humedales y, sobre todo, el que más preocupa por ser la joya medioambiental del sur de Europa. El mes de marzo ha disparado la recuperación hídrica del Parque Nacional de Doñana. Ya se han superado los 431,6 mm de promedio acumulado en año hidrológico –iniciado el 1 de octubre– en la serie histórica de la estación Manuel del Palacio de Doñana. Sólo en los 17 primeros días de este mes se superan los 250 l/m2, cifra que supone más del doble del mejor marzo del último lustro, que fue el de 2022, cuando se registraron precipitaciones de 107 l/m2.
Durante el mes de marzo de 2024, que ya fue un mes húmedo, en la estación meteorológica de Almonte se contabilizaron 96,8 l/m2. En 2023 fueron solo 19,8 l/m2, el dato más bajo. Mientras que en 2021 el cielo descargó en los 31 días del mismo mes 36,3 l/m2 y en 2020, 86,2 l/m2. El actual marzo de 2025 ya ha superado con creces el registro más alto de la serie histórica.
El responsable técnico de la Infraestructura y Servicios Tic de la ICTS-Doñana, Abel Valero, califica la primera quincena del mes como «espectacular» para el parque. «Tras años de sequía las lagunas de las arenas también se han inundado. Tenemos la marisma en su máximo esplendor», subraya Valero.
En lo que va de año hidrológico se han acumulado 549 litros por metro cuadrado sobre el parque. Si bueno fue el mes de octubre, con 162,6 l/m2, marzo está siendo extraordinario para la recuperación de los acuíferos. Hay que recordar que febrero no fue demasiado bueno, con solo 11,8 l/m2. En enero, llovió de forma considerable en la zona, hasta 99,6 l/m2, mientras que en diciembre apenas cayeron 14,8 l/m2 y en noviembre otros 29,8 l/m2.
En realidad, marzo es un mes histórico desde que se tienen registros. Ya supera ampliamente los 192,9 l/m2 de diciembre de 2010 y los 170,8 l/m2 de marzo de 2018. El máximo de lluvia acumulada en estas dos últimas semanas en 60 minutos fue de 13.6 l/m2. La estación climática de Almonte está instalada a una altitud de 5 metros sobre el nivel del mar y comenzó a recopilar datos hace 17 años, el 21 de febrero de 2008 hasta el 13 de marzo de 2025. Actualmente tiene instalados sensores de medición de temperatura, precipitación y viento.
El pasado 10 de marzo ya se informaba de que el río Guadiamar, el principal proveedor natural de agua a Doñana desde la provincia de Sevilla, había recibido 497.50 l/m2 desde el inicio del año hidrológico, cifra que ha seguido creciendo la última semana.
El Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Guadalquivir activó ayer el umbral de aviso rojo en el río Guadiamar a su paso por Aznalcóllar y Sanlúcar la Mayor, por superar un calado de 3,5 y 2 metros respectivamente, con más de 72 y 137 metros cúbicos por segundo. Si el balance del paso de la borrasca Jana se consideró muy beneficioso para Doñana, los próximos días con la encadenación de borrascas que se prevé, una mejora aún más relevante desde el punto de vista hídrico del gran parque nacional.
De hecho, hace un mes el propio Valero explicaba que los caudalímetros instalados en la conexión entre Entremuros y Caracoles (Caño Travieso) habían comenzado a reportar datos. «Eso quiere decir que parte del agua que recoge la cuenca del río Guadiamar entra en Doñana, en las marismas del Travieso y no se vierte toda en el estuario del Guadalquivir. Este hecho es muy trascendente ya que en 2015 concluyeron las obras de la reconexión parcial de este elemento fluvial, de especial importancia, que se cercenó (aguas abajo) tras el desgraciado incidente de Aznalcóllar de 1998», explicaba entonces. Desde entonces, las precipitaciones en toda la zona han continuado. No obstante, desde el ICTS-Doñana insisten en que «para que se vuelva a restituir el normal funcionamiento de los ecosistemas, tiene que haber un superávit muy grande, es decir, años húmedos por encima de la media»
«Son lluvias fantásticas que están rellenando nuestros acuíferos, que están llenando los embalses», reconocía el consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Ramón Fernández-Pacheco ante el último «tren de borrascas» que han hecho que Andalucía tenga «casi 20 puntos más de agua embalsada que la misma semana del año pasado». En la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel Piedras y Chanza, seis de los ocho embalses están llenos. El de Chanza se encuentra al 75% y el del Andévalo, el de mayor capacidad, con 634 hm3, supera ya el 48%. De unas reservas de 486 hm3 hace un año se ha pasado a 727 hm3. Es decir, un 50% más embalsada.
Más de 31 meses de rodaje, en un documental único
►El próximo 30 de mayo llegará a los cines el documental «Doñana», dirigido por Carmen Rodríguez y producido por Wanda Visión y Ukbar Filmes. Durante 31 meses de rodaje, esta película ha capturado la esencia de uno de los enclaves naturales más importantes de Europa. «Un retrato único de la mayor reserva ecológica del continente, donde se cruzan las rutas migratorias de más de trescientas especies de aves y habitan algunas de las especies más amenazadas del planeta. Un lugar de contrastes, donde la abundancia y la escasez marcan el ritmo de la vida silvestre», detallan desde ITCS-Doñana, que ha ofrecido servicio a este documental, «poniendo nuestra infraestructura y conocimiento al servicio de la divulgación y conservación de este espacio único», argumentan desde la unidad de CSIC.