Gatos
Tienes que dejar de darle leche a tu gato: este es el motivo
Esa imagen clásica del gato disfrutando leche es un error muy extendido: expertos aclaran por qué debemos abandonar esta costumbre dañina
Los gatos tienen una relación milenaria con los humanos, que se remonta a más de 9.000 años. Atraídos inicialmente por los roedores en los asentamientos, demostraron ser controladores de plagas muy eficientes. Este vínculo evolucionó hacia su domesticación gradual e integración en nuestras vidas.
En épocas pasadas, antes de la comida comercial para mascotas, los gatos se alimentaban a menudo con sobras de la mesa familiar. Poco se sabía entonces sobre sus necesidades nutricionales específicas, llevando a la creencia de que el leche era esencial. Esta idea se solidificó a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una práctica arraigada en la historia y la cultura popular.
Aunque la imagen del gato bebiendo leche es una creencia popular muy extendida y parece que a muchos les gusta, la ciencia actual revela que dar leche a los gatos es, en realidad, perjudicial para su salud. A pesar de las representaciones culturales, es importante entender por qué esta costumbre debe reconsiderarse.
La verdad sobre los gatos y la leche
La principal razón por la que no es recomendable dar leche a los gatos adultos es la intolerancia a la lactosa. Al igual que otros mamíferos, los gatitos producen la enzima lactasa para digerir la leche materna, pero esta producción disminuye drásticamente después del destete, generalmente entre las 6 y 12 semanas de edad, según apuntan desde The Conversation.
Sin la enzima necesaria para descomponerla, la lactosa pasa sin digerir al intestino grueso, donde las bacterias la fermentan. Este proceso genera ácidos y gases, causando problemas digestivos como hinchazón, gases, dolor abdominal y, sobre todo, episodios de diarrea, el síntoma más común observado en felinos. La diarrea persistente puede llevar a complicaciones serias como deshidratación y desnutrición.
Si la leche les sienta mal, ¿por qué les atrae? La leche de vaca les resulta tentadora debido a su alto contenido de grasa y proteína. Además, una proteína llamada caseína podría tener un efecto calmante tras su digestión, creando una asociación positiva. Sin embargo, los gatos son expertos en ocultar cualquier signo de malestar o dolor, una estrategia de supervivencia heredada de sus ancestros.
Las alternativas como la leche sin lactosa o formulada específicamente para gatos no aportan beneficio nutricional alguno y solo deben considerarse como un capricho muy ocasional, ya que no son parte de su dieta natural. Las leches vegetales tampoco son adecuadas y pueden causar trastornos estomacales. En definitiva, la leche no es necesaria para los gatos, la mayoría no puede digerirla bien y es muy probable que les cause malestar en lugar de beneficio.