Lugares mágicos

Ni Ibiza ni Cádiz, el mejor chiringuito de verano está en Cantabria

Su carta, con platos tradicionales, hamburguesas y otras opciones más arriesgadas, ofrece combinaciones para todos los gustos en un entorno mágico

Ni Ibiza ni Cádiz, el mejor chiringuito de verano está en Cantabria
Ni Ibiza ni Cádiz, el mejor chiringuito de verano está en Cantabria Tripadvisor

Cuando el sol empieza a estirarse sobre el horizonte del norte y las playas de Cantabria despiertan con su luz dorada, hay algo que se vuelve casi imprescindible: dejar que el verano fluya sin prisas, al ritmo de las olas y con una copa en la mano. Porque si hay algo que sabe hacer bien esta tierra, además de servir buen marisco, es regalarnos rincones donde el tiempo se vuelve más lento y todo sabe mejor. ¿Se te ocurre algún lugar mejor para disfrutar de todo esto que en un chiringuito de verano?. Lo dudo.

No necesitas irte a Ibiza ni a Cádiz, porque uno de los mejores está en Cantabria y no tiene absolutamente nada que envidiar a los demás

En plena temporada estival, Cantabria se transforma. No solo por sus paisajes que parecen salidos de una postal, acantilados, dunas, arenas suaves, sino por la cantidad de espacios mágicos que aparecen a lo largo de su costa. Los más irresistibles: los chiringuitos. Refugios a pie de playa donde la brisa marina se mezcla con el aroma de platos frescos y cócteles bien servidos.

Entre todos los que animan el litoral cántabro, hay uno que se ha ganado, con mérito propio, un lugar especial en la ruta del buen vivir veraniego: El Rayo Verde. Situado entre Ruiloba y la playa de Oyambre, este chiringuito no es solo un sitio donde comer o beber. Es una experiencia. Rodeado de naturaleza salvaje y con vistas a la Ría de la Rabia, este pequeño paraíso abierto por Paula Filella y sus hermanas es un rincón donde cada detalle parece pensado para quedarse en la memoria.

Sabores de lo tradicional a la vanguardia

Su carta, cuidada y con aire internacional, combina sabores que sorprenden sin traicionar lo esencial: desde un atún rojo jugoso hasta gyozas delicadas, pasando por cócteles que invitan a brindar al caer la tarde: Aperol Spritz, mojitos tropicales o creaciones propias que maridan con la música en directo que muchas noches acompaña la puesta de sol.

Y si el cielo se alinea y el clima lo permite, hay quienes dicen que se puede ver ese esquivo destello esmeralda justo cuando el sol se despide: el mítico rayo verde, un fenómeno tan raro como hermoso que da nombre al lugar.

No busques más, este es el chiringuito mágico que todo el mundo estaba buscando.