En Zaragoza
En España: por qué el segundo lago termal más grande de Europa es “destino fijo” para muchos
Está a menos de dos horas y media de Madrid
Los que buscan relax y paz en sus vacaciones saben que los lugares de aguas termales son la mejor opción de ocio que existe. En Europa, la fama se la llevan los balnearios de Budapest o, concretamente, su conocido lago Hévíz en Hungría. Sin embargo, pocos saben que el segundo lago termal más grande del continente europeo está en la península ibérica y, concretamente, en nuestro país.
Se llama Balneario Termas Pallarés y está en la provincia de Zaragoza. Una joya escondida en el norte de España de una extensión superior a 1,5 hectáreas y una temperatura ideal de entre 28 y 32 grados a la que es muy fácil llegar desde Madrid o Barcelona. Y es que esta experiencia de bienestar única está a menos de dos horas y media de ambas.
En el epicentro de los balnearios en España
Ubicado en la localidad de Alhama de Aragón, comarca de Calatayud - zona turística de Aragón por sus muchos balnearios naturales y encontrarse el famoso Monasterio de Piedra- este gigantesco destino termal combina a la perfección siglos de historia con sus innovadoras y cuidadas instalaciones. Situado en una finca de prácticamente 70.000 metros cuadrados, es famoso por sus tranquilas aguas ricas en minerales como cloruros sulfatos o bicarbonatos, célebres por sus beneficiosas cualidades terapéuticas.
Aunque, principalmente, sus aguas destacan por el alto contenido en azufre que suelen contener. Porque este componente es uno de los mejores remedios naturales que existen para tratar problemas de piel como la dermatitis o la psoriasis, mientras que los mencionados anteriormente son más adecuados para la mejora de la circulación sanguínea o para reducir posibles inflamaciones musculares.
“Ninguno se le puede comparar”
Su historia comienza en la Roma Antigua, cuando las aguas termales ya eran empleadas, por sus muchas bondades, para aliviar ciertas enfermedades. Sin embargo, no fue hasta el siglo XIX cuando, oficialmente, se estableció como balneario. Su ‘oro líquido’ mineromedicinal fue declarado de utilidad pública en 1860. Desde entonces, es un destino famoso para quienes buscan los mejores tratamientos para problemas de salud crónicos o, simplemente, lo prefieren como primera alternativa de entretenimiento o vacaciones.
Una historia a la que, desde luego, no se le augura ningún final. Porque en Balneario Termas Pallarés, que cuenta con tres hoteles en su interior, no fallan a su cita anual sus cientos y cientos de fieles clientes. Esto es, por ejemplo, lo que destaca de él Susana Simó en ‘Paper Blog’, usuaria habitual de este tipo de espacios de relajación: “¡Sin dudarlo el lago! Luego también la extensión de sus terrenos y los diferentes ambientes y lugares y rincones que han conseguido crear…(...) y desde que les conocí ya hace unos cuantos añitos, ninguno se le puede comparar y se ha convertido en destino fijo para mí”.