
Curiosidades rurales
¿Por qué terminan Manolo Escobar y la primera mujer española de los Juegos Olímpicos en La Cuba?
Sus vecinos homenajean a las dos celebridades: ella era natural de Castelserás, un pueblo próximo

La Cuba es un encantador pueblo que, pese a su reducidas dimensiones, esconde dos curiosidades que lo diferencian claramente de cualquier otro municipio de todo el país. Con menos de 50 vecinos, el singular sitio del Maestrazgo, en Teruel, se erige como uno de los principales destinos que visitar de la comunidad aragonesa.
El primer elemento curioso conecta estrechamente a este pueblo del Bajo Teruel con el deporte. Y es que el municipio tiene el honor de albergar una antorcha olímpica original de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. El icónico objeto fue donado por Carmen Valero, atleta nacida en Castelserás, pueblo próximo, y cuyos orígenes paternos están en La Cuba. Carmen fue la primera española en competir en unos Juegos Olímpicos, en Montreal 1976.
¿Dónde estará mi calle? Manolo Escobar lo sabe desde 1978
La siguiente curiosidad de La Cuba tiene que ver con la canción y, concretamente, con uno de los cantantes más queridos de España. En la localidad turolense hay, desde hace décadas, una calle dedicada al célebre Manolo Escobar.
Un bonito homenaje encabezado por los habitantes del pueblo tras la actuación del artista en La Cuba, en 1978. Unos días antes del concierto que allí siempre será recordado, el intérprete de ‘Mi carro’ fue nombrado hijo adoptivo del pueblo aragonés, y como reconocimiento, una de sus pocas vías pasó a llevar su nombre. Un gesto con el que los vecinos demuestran el cariño y la admiración que sienten por el cantante ya fallecido.
La Cuba cuenta con este extraño objeto de tortura
Además de las peculiaridades de La Cuba descritas, La Cuba también cuenta con uno de los objetos históricos más raros de la comunidad aragonesa: el pellerich. Es una piedra octogonal del siglo XIII que se empleaba, al parecer, como instrumento de tortura en la etapa medieval. El monumento ubicado en la plaza junto a la antigua cárcel, ahora el bar del pueblo, es considerado uno de los pocos que se conservan en tan perfecto estado de toda España.
Más allá de las anecdóticas cuestiones citadas, La Cuba destaca por su paraje natural y su nutrida historia. El pueblo está enclavado en el valle del río de La Cuba, justo en la frontera entre las provincias de Teruel y Castellón, por lo que es punto de partida idóneo para comenzar a desde ahí a explorar todos los misterios naturales de la insondable comarca del Maestrazgo.
Si el turista opta por no moverse del entorno natural de La Cuba, podrá elegir entre múltiples senderos para caminar o ir en bicicleta, como la subida al Pico de Oro, conocida por su nombre original, Valle del Oro.
Así pues, La Cuba es una buena muestra de cómo un modesto pueblo puede esconder tantas historias únicas que lo hacen diferente y especial. Su calle en honor al almeriense Manolo Escobar, la antorcha olímpica de la primera mujer de España en el deporte olímpico, y el pellerich son solo algunas de las singularidades que convierten a este municipio turolense en un destino interesante para cualquiera.
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