«Es necesario hacer análisis de los insectos para descartar toxinas»

-¿Comer insectos podrá combatir el hambre?

-La FAO trabaja en ello desde 2003 por este motivo, y porque hay millones de personas en el mundo que complementan su alimentación con los insectos. Y la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria ya dio el primer paso contribuyendo a la regularización de su comercialización en 2015.

-Hay quien dice que algunos de ellos son perfectos para evitar el colesterol y la obesidad.

-Un alimento por sí solo no tiene capacidad para prevenir (ni para curar) ninguna enfermedad. La prevención tanto del colesterol como de la obesidad son multifactoriales.

-Pero sobre todo parece que si los consumimos ayudaremos a proteger la biodiversidad, a ahorrar agua y a resolver la crisis alimentaria.

-Podríamos hacer esto sin necesidad de consumir insectos, volviendo a la base de una Dieta Mediterránea y reduciendo tanto la frecuencia como las cantidades de proteína animal que comemos.

-¿Cuáles son las contraindicaciones de comer insectos?

-Las que se puedan derivar de una mala higiene en su producción y/o manipulación, o de la comercialización fraudulenta de insectos no aptos para consumo humano, o incluso animal.

-¿Y cómo se sabe los que se pueden comer y los que no?

-Es necesario realizar análisis de cada uno de ellos para descartar la presencia de toxinas producidas por los propios insectos, y en el caso de que estas existan, comprobar si pueden inactivarse mediante calor, es decir, simplemente cocinándolos.