Consumo
«Existe la creencia errónea de que comer sin gluten ayuda a adelgazar»
Anabel Aragón / Responsable de Nutrición de Nestlé
- Todas las grasas son perjudiciales para la salud
-No todas las grasas son iguales. Las de origen vegetal (frutos secos, semillas, aceite...) y las del pescado son más saludables para nuestro organismo. Son grasas insaturadas que nos ayudan a controlar el colesterol y tienen probados beneficios para nuestra salud cardiovascular, destaca entre ellas el aceite de oliva tanto para su consumo en crudo como para cocinar. Las grasas de origen animal (carnes, leche entera y derivados) contienen más grasa saturada y colesterol. El consumo excesivo de grasas saturadas está estrechamente relacionado con el aumento de los niveles de colesterol «malo» o LDL y del colesterol total. Así que lo importante no es la cantidad de grasa que tomes, sino el tipo de grasa. La ingesta de grasas de nuestra dieta debería suponer alrededor del 30% del total de las kilocalorías del día, alrededor de 70 gramos.
-El pan engorda
No hay ningún alimento con la propiedad intrínseca de engordar o adelgazar, siempre dependerá de la cantidad y de la frecuencia de consumo. El pan contiene hidratos de carbono complejos de absorción lenta y apenas grasa. Una ración de pan de 40 gramos (2 rebanadas) contiene menos de 100 calorías lo que representa el 5 % de la ingesta total diaria recomendada para un adulto medio. El pan está injustamente tratado, aporta una cantidad razonable de calorías e hidratos de carbono que son nutrientes importantes en nuestra dieta.
-La fruta es mejor tomarla fuera de las comidas principales que como postre
-Existe una creencia popular muy extendida de que hay que comer la fruta antes de las comidas porque así engorda menos. Sin embargo, el aporte calórico y nutricional de la fruta será el mismo la tomes cuando la tomes. Es cierto que consumirla antes de las comidas, puede ser una estrategia para llegar con menos hambre a la hora de comer o cenar. Sin embargo, lo realmente importante es ingerir diariamente 3 piezas de fruta, independientemente del momento de consumo.
-Quitar el gluten de la dieta ayuda a adelgazar
-No está comprobado que tenga algún beneficio para la salud seguir una dieta sin gluten sin una justificación médica. Esta proteína, presente en cereales y en algunos alimentos procesados, sólo debería ser excluida por personas celiacas, alérgicas al trigo o con sensibilidad al gluten. Existe la creencia errónea de que comer sin gluten es más sano y ayuda a adelgazar. La realidad es que este régimen puede resultar pobre en carbohidratos y fibra. Además, evitar el gluten puede incluso aumentar la sensación de hambre y conducirnos a desequilibrios en la dieta.
-El consumo de lácteos no está justificado después del destete y se puede prescindir de ellos
-La leche y sus derivados son la fuente natural de calcio más importante y de más alta biodisponibilidad de nuestra dieta y además contienen proteínas de muy buena calidad. Si no hay ninguna patología que lo desaconseje, como intolerancia a la lactosa o alergia a las proteínas lácteas, se recomienda tomar leche o derivados lácteos a todas las edades. Aunque hay otros alimentos que contienen calcio como los frutos secos y las legumbres, el que encontramos en los lácteos lo aprovechamos con mayor facilidad. Es importante asegurar una buena ingesta de calcio en la niñez y la adolescencia, para crear unos huesos fuertes. A partir de la edad adulta, el calcio de los lácteos nos ayudará a prevenir su desgaste. Se debe tener en cuenta que el desarrollo total de los huesos culmina a los 30 años; a partir de este momento empiezan a desgastarse.
-El azúcar es nocivo para la salud
-El azúcar consumido en cantidades moderadas es compatible con una dieta equilibrada lo que ocurre es que habitualmente tomamos más del que necesitamos y no nos damos cuenta y que no todos los azúcares son iguales. No sólo lo tomamos cuando lo añadimos en productos como el café o los yogures, sino que en muchas ocasiones lo consumimos sin saberlo porque está oculto en productos como refrescos, dulces, bollería, zumos, aperitivos, salsas, lácteos, preparados cárnicos, etc. Nuestro consejo: es importante habituar al sabor natural de los alimentos desde pequeños, no añadiendo azúcar a los lácteos, los zumos, etc. Para evitar el consumo en exceso de productos muy azucarados es importante comprender la etiqueta y poder detectarlos, Algunas denominaciones que podríamos encontrar como caramelo, zumo concentrado de fruta, fructosa, azúcar invertido, melaza... no dejan de ser o contener azúcar.
-No conviene tomar carbohidratos a la hora de cenar
-Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía para nuestro organismo, ya que representan una obtención de energía fácil y rápida. Además, resultan imprescindibles y deben estar presentes en todas las comidas del día, también en la cena, porque, aunque estemos durmiendo y los músculos estén relajados, el resto de nuestros órganos siguen trabajando. Es necesario que el aporte de hidratos de carbono se realice de forma fraccionada para que el cuerpo trabaje de manera eficiente, eso sí, en las cantidades recomendadas. Es importante recordar que los hidratos de carbono, mayoritariamente complejos, deben completar el 50-60% de las calorías totales que comemos en un día. La fuente principal son los cereales, la pasta, el arroz, la patata y las legumbres. Tras su digestión liberan glucosa que pasa a la sangre y una parte se utiliza como fuente energética inmediata y el resto se almacena en el hígado y en los músculos como reserva a corto plazo. No obstante, no todos los hidratos de carbono son iguales. Los contenidos en dulces, lácteos azucarados, y bollería deben consumirse con moderación porque son de muy rápida asimilación y no es recomendable consumirlos durante la cena.
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