Salud

Hesperidina, ¿la nueva vitamina C?

Este polifenol es común entre las frutas y los zumos cítricos propios del otoño para prevenir la gripe

La ingesta de hesperidina baja los nieveles de tensión arterial | Dreamstime
La ingesta de hesperidina baja los nieveles de tensión arterial | Dreamstimelarazon

El zumo de naranja es conocido por su alto contenido en vitamina C, pero también contiene compuestos naturales menos conocidos que podrían ser beneficiosos para la salud, por ejemplo para mejorar la salud de los vasos sanguíneos.

Una empresa independiente de auditoría (SGF International) reunió nuevos datos recogidos de más de 350 compañias de procesado de frutas en todo el mundo, que revelan que un vaso mediano de zumo de naranja es una fuente rica en hesperidina, un polifenol presente únicamente en las frutas y zumos cítricos. En ensayos clínicos, la ingesta de hesperidina ha dado como resultado una presión arterial significativamente más baja, probablemente al mejorar la capacidad de dilatación de los vasos sanguíneos.

Al abordar la nueva evidencia relacionada con la hesperidina que se ha presentado en el congreso, el Profesor Ralf Schweiggert de la Universidad de Geisenheim, explicó: “El rango de hesperidina presente en el zumo de naranja natural es muy amplio, lo que nos hace preguntarnos si, en un futuro, podríamos seleccionar las variedades de naranjas y los métodos de exprimido que den como resultado un mayor contenido posible en hesperidina. Considerando la nueva información que tenemos sobre la salud vascular y el hecho de que la hipertensión aumenta el riesgo de sufrir cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, este método podría proporcionar beneficios a aquellas personas que toman zumo de naranja de forma regular”.

¿Tomar zumo engorda?

Otros estudios presentados en el congreso de la Federación Europea de Sociedades de Nutrición (FENS) mencionaron un meta análisis que se llevó a cabo para determinar si tomar zumo de naranja diariamente incrementaba el riesgo de aumento de peso en personas adultas. La bibliografía hizo referencia a 17 ensayos clínicos controlados con más de 200 pacientes, en los que se estudió el consumo diario de zumo de naranja de 4 a 12 semanas, con ingestas de entre 250 y 500 ml (2-3 vasos) al día. Los resultados no mostraron ningún efecto estadísticamente significativo del consumo diario de zumo de naranja sobre el peso corporal, poniendo fin a la preocupación sobre el riesgo de sufrir obesidad por tomar un vaso diario de zumo.

En este sentido, la Dra. Carrie Ruxton, dietista de Reino Unido, comentó: “Un vaso de zumo de naranja contiene tan solo 60 calorías; sin embargo, nos dicen a menudo que deberíamos evitar tomarlo porque algunas personas creen que los azúcares presentes de forma natural en ellos nos hacen engordar. Todo lo contrario. Los datos de nuestro meta análisis han demostrado que tomar hasta 500 mL de zumo de naranja al día, cantidad que está por encima de las recomendaciones, no registra ningún impacto sobre el peso corporal. Un vaso de 150 mL de zumo de naranja al día puede ser una fuente rica en vitamina C, polifenoles de las plantas y potasio, que ayuda a mantener una presión arterial normal. No obstante, muchas personas no toman zumo, y la ingesta media para Europa es de 40-50 mL al día”.

¿El zumo de fruta es simplemente una bebida azucarada?

La controversia de si el zumo de fruta debería ser clasificado como fruta procesada o como bebida azucarada fue objeto de debate en uno de los simposios del congreso de la FENS.

El Profesor John Sievenpiper, de la Universidad de Toronto, destacó cómo la preocupación con las bebidas azucaradas con gas ha derivado en acciones de salud pública tales como guías alimentarias, tasas y restricciones sobre la publicidad. El zumo de fruta se ha visto afectado por este debate, pero parece que los azúcares de cada bebida se comportan de forma distinta en el organismo. Manifestó: “Al contrario que las bebidas azucaradas, el zumo de fruta tiende a mostrar asociaciones protectoras con resultados para la salud pública, tales como mortalidad por cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares y mortalidad por accidente cerebrovascular - a pesar de contener azúcares naturales. La evidencia disponible sugiere que, en general, el zumo de fruta en el contexto de una dieta equilibrada para mantener el peso tiene mayores beneficios cardiometabólicos que inconvenientes”.

El Profesor Ralf Schweiggert, de la Universidad de Geisenheim, hizo una comparación directa entre el zumo de fruta y las bebidas azucaradas, señalando que el zumo 100% contiene una gama compleja de nutrientes, que incluyen vitamina C, vitamina A y folato, que han sido vinculados con beneficios para la salud. Explicó: “Las fluctuaciones en los niveles de azúcar en sangre a lo largo del día tienden a ser más bajas cuando se consume zumo de naranja, comparado con bebidas azucaradas. Se cree que este efecto se debe al polifenol hesperidina, que puede ralentizar la absorción de azúcar en el tracto digestivo. También hay evidencia de que la hesperidina puede influir positivamente en la composición de nuestras bacterias intestinales, y que puede ayudar al cuerpo a eliminar el ácido úrico, aliviando los dolores articulares y retrasando o incluso evitando la aparición de la gota. Estos datos defienden que el zumo de fruta no debería clasificarse como bebida azucarada”.

El Dr. David Vauzour, de la Universidad de East Anglia, examinó un nuevo campo para los polifenoles presentes en el zumo de fruta y como apoyo a una función cognitiva óptima. Destacó que “existe cada vez más evidencia de que los polifenoles presentes en las frutas cítricas tienen un efecto protector en el cerebro. Creemos que esto es así porque los polifenoles interactúan con las bacterias intestinales, transformándose en sustancias que actúan de forma directa sobre las células cerebrales envejecidas y los vasos sanguíneos que transportan nutrientes y oxígeno al cerebro. Por esto se cree que las flavanonas cítricas cumplen una función protectora contra el deterioro cognitivo, y que podrían tener el potencial de prevenir la evolución de las enfermedades neurodegenerativas”.