Enfermedades
La fatiga crónica se podrá diagnosticar
En el 70% de los casos, según un nuevo modelo impulsado por los propios afectados
Un estudio impulsado por una asociación de afectados por encefalomielitis miálgica-síndrome de fatiga crónica (EM-SFC) de Barcelona ha desarrollado un modelo predictivo capaz de diagnosticar a más del 70% de los afectados, basándose en los tipos de linfocitos que tienen afectados y sus correlaciones, y a través de cálculos estadísticos avanzados.
En declaraciones a Europa Press, el investigador y farmacéutico José Luis Rivas ha explicado que estudiaron a 76 enfermos y 73 controles sanos, diagnosticados por dos médicos en base a criterios de consenso científico, y han logrado publicar el estudio sobre el modelo en la revista ‘Frontiers in immunology’, tras obtener el consentimiento médico del Hospital Clínic de Barcelona.
La Asociación de Sanitarios al servicio de la Encefalomielitis Miálgica (Asssem), formada en su mayor parte por profesionales de salud para mejorar la calidad de vida de personas con SFC-EM, fibromialgia y el Síndrome Químico Múltiple, creó un centro médico y unidad de investigación para desarrollar este estudio, el AsssemBiomédics.
Partiendo de un hallazgo de un estudio pequeño del grupo del IrsiCaixa en Can Ruti, han buscado biomarcadores en las diferencias en base a la caracterización inmunofenotípica de subpoblaciones concretas de linfocitos de tipo T y Natural Killers (NK, células asesinas en inglés) para mejorar el diagnóstico de esta enfermedad.
Actualmente, el diagnóstico está basado casi exclusivamente en criterios clínicos --basándose solo en síntomas, como cansancio, problemas de memoria, digestivos y dificultades para dormir, por ejemplo--: «Se trata estas enfermedades como psicosomáticas y como problemas de salud mental», ha lamentado el investigador, también afectado por SFC.
Rivas ha reivindicado que lograr publicar este estudio en una revista avala la existencia de biomarcadores, y ha llamado a médicos, administraciones y científicos a «dejar de lado» la consideración de que es psicosomático y se invierta más en investigación.
Ha apuntado que los biomarcadores autoinmunes con los que se relacionan estas enfermedades podrían relacionarse, según han comprobado en coincidencias en afectados y según apuntan algunos expertos, con una reactivación de ciertos virus, así como periodos de estrés, aunque todavía es necesaria más investigación en este sentido.
El estudio también trató de observar la correlación entre determinados marcadores y la gravedad, así como si existían subgrupos o si existía correlación con la serología vírica de virus como el Epstein Barr Virus (EBV) y Citomegalovirus humano (CMVH).
Tras estudiar estos dos tipos de linfocitos, los investigadores hallaron cinco subpoblaciones linfocitarias alteradas en relación a los controles sanos, así como diferencias en sus correlaciones, y desarrollaron estos algoritmos teniendo en cuenta cuáles están afectadas, qué peso tienen en el conjunto, y cómo se correlacionan.
El modelo desarrollado es capaz de diagnosticar a más del 70% de los afectados utilizando solo dos subpoblaciones, y se pondrá a disposición de los afectados para mejorar el diagnóstico de la enfermedad: «Esperamos que a medida que avance se despierte el interés» científico, ha afirmado, al presentar las conclusiones ante afectados este martes en Barcelona.
Rivas ha explicado que el estudio se ha financiado con aportaciones de los afectados, y ha añadido que esperan que haya grupos de investigación que se interesen en replicar este estudio, con el fin de que la comunidad científica y médica internacional acepte estos resultados.
En caso de lograrse esta comparación de otros grupos, la inclusión de este diagnóstico con biomarcadores permitiría «mejorar el reconocimiento» de esta enfermedad, tanto a nivel social y médico, como en invalidez y pensiones, así como iniciar tratamientos efectivos y dirigidos, no solo sintomáticos. EP
✕
Accede a tu cuenta para comentar