Ecologismo

En el oscuro invierno polar los animales no duermen

Una gamba Lebbeus Polaris
Una gamba Lebbeus Polarislarazon

Durante el frío y oscuro invierno en el océano Ártico, no reina precisamente el silencio. Un equipo de investigadores dirigido por Jørgen Berge, de la Universidad del Ártico en Noruega y del centro de Svalbard, ha demostrado que en el oscuro invierno polar hay mucha más vida de lo que se pensaba hasta ahora. De hecho, es clave para la reproducción de muchos organismos. Para llegar a esta conclusión, analizaron el ecosistema de la noche polar en Kongosfjorden, uno de los fiordos de Svalbard, en Noruega, durante tres inviernos seguidos. Y demostraron la actividad que presentan multitud de especies diferentes, tal y como han publicado esta semana en la revista «Current Biology». «La noche polar oscura no es un período sin actividad biológica como se había supuesto. Oculto detrás de la cortina de la oscuridad, es un mundo de actividad, la belleza y la importancia de los ecosistemas», afirmó Berge. «La belleza era impresionante, y el hecho de que muchos organismos estaban produciendo luz era un fuerte indicio de que el sistema no estaba en modo de reposo», añadió. Fue entonces cuando el investigador decidió analizar a fondo lo que sucedía durante la noche polar. Y su sorpresa fue que la diversidad y la actividad reproductiva de algunas especies en realidad eran mayores durante el invierno que en otras épocas del año. Los investigadores encontraron, por ejemplo, que los copépodos y otros zooplancton se reproducen activamente. También detectaron una comunidad abundante y activa de los carroñeros de aguas poco profundas, incluyendo bocinas, anfípodos y cangrejos.