Medio Ambiente
en cinco países mediterráneos
La Fundación Abertis coordina la actividad universitaria ecológica de España, Francia, Italia, Marruecos y Líbano por la reserva de la biosfera
Desde que se pusieron en marcha hace más de 40 años los programas de movilidad de estudiantes resguardados por el icono humanista de Erasmo de Róterdam, tanto el plan Erasmus como quienes se benefician de él han sido reducidos a un puñado de fábulas y leyendas que lo resumen todo en una gigantesca celebración internacional.
Sin embargo, Erasmus significa mucho más: crecimiento académico, profesional y personal, colaboración internacional y ambición individual y, ahora también con la llegada al mundo de la actividad académica de la Fundación Abertis, Erasmus significa compromiso de cooperación medioambiental.
Desde el pasado mes de noviembre, un centenar de personas participan en un nuevo proyecto Erasmus+ para alinear las investigaciones desarrolladas por las instituciones de las dos orillas del Mediterráneo a través del Centro Internacional Unesco para Reservas de la Biosfera Mediterráneas, a su vez, sede de la fundación en cuestión. Desde la empresa aseguran que, siendo la primera vez que se les adjudica un proyecto de estas características, Abertis entiende esta oportunidad como todo un reto.
A caballo entre Barcelona y Tarragona, en el municipio de Castellet y la Gornal, un imponente castillo erigido en piedra se mantiene en pie como prueba y testigo de la presencia hace más de 2.500 años del pueblo íbero en el territorio. Desde la marcha de sus primeros pobladores, el Castillo de Castellet cayó en el más absoluto abandono, a riesgo de que su historia quedara sepultada por las ruinas. Por suerte para la riqueza patrimonial de la zona, en 1999 Abertis adquirió la edificación y se encargó de su reconstrucción, permitiendo que hoy el espacio sea sede de la fundación de la corporación y, también, del Centro Internacional Unesco para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas.
El Castillo de Castellet se convirtió así en el primer centro del Programa sobre el Hombre y la Biosfera en combinar el compromiso público con el apoyo financiero privado bajo los auspicios de la Unesco. Y es precisamente aquí, en este centro de estudio e investigación para el mejoramiento de las relaciones entre las personas y el medioambiente que, desde la adjudicación en noviembre de un proyecto Erasmus+ dotado con cerca de un millón de euros, se coordina y fortalece la actividad académica entre países de la cuenta mediterránea, tanto del sur de Europa (España, Francia e Italia), como del norte de África (Marruecos y Líbano). El programa cuenta con la participación de ocho instituciones: las universidades marroquíes Cadi Ayyad (Marrakech) y Mohammed V (Rabat); las universidades libanesas San José y Americana (Beirut); la universidad francesa Aix-Marseille; la Unión para la Universidad Mediterránea (Roma); y, por último, Programa sobre el Hombre y la Biosfera Francia y Asociación para la Protección de la Reserva de la Biosfera de Jabal Moussa.
Desde la Fundación Abertis aseguran que el valor diferencial de este plan Erasmus+ del que forman parte reside en que es intercontinental, es decir, que lo que es verdaderamente interesante de este proyecto es que va más allá del ámbito europeo en el que se suele enmarcar un Erasmus, de manera que este centro internacional de la Unesco se convierte en una especie de nexo de unión entre las dos orillas del Mediterráneo: la europea y la africana.
Así, en aras de la protección medioambiental, todas estas instituciones trabajan de forma conjunta por los mismos objetivos: innovaren su capacidad de investigación, promover su internacionalización, enriquecer la experiencia del personal académico, permitir el aprendizaje mutuo entre las partes y mejorar el carácter interdisciplinario de la actividad académica.
En un tiempo en que la juventud se ha demostrado una pieza clave en la lucha contra la destrucción medioambiental y el cuidado del entorno, fomentar la investigación en términos de protección de la naturaleza se presenta como deber social y como oportunidad de crecimiento y potencial de futuro.
Asia, la otra orilla
Las fuerzas aunadas por el cuidado y protección de la biosfera del Mediterráneo siguen creciendo, ahora en el continente asiático: las dos últimas incorporaciones al Centro Internacional Unesco para las Reservas de la Biosfera Mediterráneas han sido dos reservas naturales en Jordania, concretamente, en las ciudades de Dana y Mujib.
En este contexto, la Sociedad para la Conservación de la Naturaleza del país asiático ha hecho un reconocimiento a la importante labor de cooperación por el compromiso medioambiental de este centro de investigación y de estudio sito en el Castillo de Castellet (Barcelona), que es al mismo tiempo la sede de la Fundación Abertis.
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