George Lucas presenta su Museo de las Artes Narrativas

El Gobierno de la ciudad americana acaba de aprobar los planos del futuro centro expositivo. Rebautizado por los fans como Museo de Star Wars, contará con una zona verde de más de 61.000 m2 con vistas al lago de Michigan

Los amantes de Star Wars están de enhorabuena. Esta semana se estrena un nuevo episodio de la saga. «El despertar de la fuerza» inaugura una nueva trilogía para las galaxias, la primera que firma la factoría Disney. Hay que recordar que George Lucas, el creador de este universo interestelar muy, muy lejano, vendió Lucasfilms en 2012 a la compañía propietaria del ratón Mickey. Sin embargo, no es la única sorpresa que les depara a los incondicionales.

Una de los regalos que acompañan el estreno es el Museo de Artes Narrativas George Lucas, que acaba de ser aprobado por las autoridades de Chicago y estará abierto al público previsiblemente en 2019. La decisión de elegir Chicago ha sorprendido a los fans porque el director es de California y allí residen sus estudios cinematográficos (este mismo año la metrópoli ha sido también elegida para ser sede de la Biblioteca Presidencial de Obama). Sin embargo, parece que el su mujer sea de la ciudad ha declinado la balanza hacia la costa oeste. Sin quererlo el museo, que está destinado a exposiciones de películas, conferencias, todo tipo de artes narrativas y una pequeña exposición de objetos de la Guerra de las Galaxias, ha pasado a conocerse como Museo de Star Wars mucho antes de que se empiece a levantar si quiera la primera piedra.

El edificio se levantará a orillas del lago Michigan, muy cerca del estadio del equipo de fútbol americano de los Chicago Bears, y contará con 9.000 metros cuadrados de espacios expositivos. La aprobación de la sede de artes narrativas de Lucas viene precedida de meses de negociaciones con el equipo de fútbol local que exigía mantener parte de los puestos de aparcamiento para los fan que se acerquen al estadio de los Bears. En la negociación también se ha colado una organización conservacionista sin ánimo de lucro, los denominados Friends of the Park, que ha intentado frenar el proyecto alegando que el edificio ocupa parte del terreno público del parque del lago. Las quejas han tenido su consecuencia, ya que el estudio de diseño ha adelgazado la estructura y ha ampliado la zona verde, que finalmente ocupará unos 61.000 metros cuadrados. «El espacio público que se gana incluirá un espacio para festivales. Además, está previsto que las plantas que se cultiven sean autóctonas y se va a recrear la topografía de dunas de la zona. El agua de lluvia se filtrará a través del jardín, de manera que no necesite de ningún sistema de riego artificial ni agua corriente», detallan desde el estudio de diseño Mad Architects.

El edificio contará con varias salas de proyecciones especializadas en material inédito de viejos archivos cinematográficos y cine independiente e internacional, una biblioteca y un observatorio. «Los visitantes podrán ser creadores de sus propias historias, para lo que contarán con una amplia gama de medios de comunicación, incluyendo cine y pintura», explican desde el estudio.

Una galaxia no tan lejana

Poco más se sabe, sobre todo en lo que a medidas medioambientales se refiere. «Es demasiado pronto para conocer los detalles del plan arquitectónico», dicen los arquitectos. Así que sucederá como con la última película de la que nada se sabe; habrá que esperar al estreno a ver si el universo estelar refleja las preocupaciones medioambientales actuales. Lo que sí se sabe es el precio; se estima que el proyecto costará más de 350 millones de euros y se financiará exclusivamente con fondos privados. No es la única iniciativa que ha tenido el director este año. Hace unos meses hizo pública su intención de construir 224 viviendas sociales y una granja orgánica en los terrenos de su rancho californiano, Skywalker.

Star Wars va a traer cola en lo que a propuestas se refiere. Disney ya ha prometido un parque temático propio, el Star Wars Land. Más bien lo que va a hacer es ampliar dos de sus parques temáticos, el de Anaheim y el de Orlando, con 5,6 hectáreas dedicadas al nuevo planeta que se verá en la película y del que todavía no se sabe nada. Desde que se estrenara el episodio IV en noviembre de 1977, algunas de las tecnologías que parecían ciencia ficción se han hecho realidad. Por ejemplo, los robots para defensa o los vehículos que circulan por levitación magnética; el récord de velocidad de este tipo de trenes es de más de 600 km/h. La marca se ha batido este año en Japón. Incluso la NASA se ha inspirado en las películas para construir sus robots Sphere. Estos aparatos, del tamaño de un balón, realizan operaciones desde 2006 en la Estación Espacial Internacional. Se impulsan gracias a la emisión de CO2. Recientemente, también, el ingeniero alemán Patrick Priebe publicaba su reconstrucción a escala de la estrella de la muerte. Priebe reconoce que ha invertido más de 6.000 euros en hacer esta estructura. En su interior se alojan varios láser, que concentran su potencia en un solo punto. De esta forma, la estrella de la muerte consigue cortar aluminio en el mundo real.

Pera si hay un gadget que se está llevando la palma en cuanto a ingresos es el droide BB-8 de Sphero, un aparatito que se carga por inducción y que es capaz de enviar vídeos holográficos al móvil.

Comunicación holográfica

La Universidad de Tucson (Arizona) probó con éxito la comunicación tridimensional holográfica en 2010, según publicó en su día la revista Nature.

La saga ha inspirado hasta el diseño de viviendas. De hecho, en 2012 se construyó en Madrid una casa con forma de nave espacial que incorpora toda la tecnología de ahorro energético disponible. La casa unifamilar cuenta con certificación energética de A y emite 18 kg de CO2 por metro.