Relevo
La difícil invisibilidad de Ocaña, la secretaria de Doña Letizia
A diferencia de su antecesor, María Dolores no pasa desapercibida y tendrá que cuidar sus estilismos para no eclipsar a la Reina
La nueva jefa de la Secretaría de la Reina, la abogada del Estado María Dolores Ocaña, hizo su primera aparición este pasado lunes junto a la Reina Letizia en un acto en favor de la salud mental de los jóvenes celebrado en el Teatro Real de Madrid. El estreno de Ocaña coincidió con la noticia de que la reina se ha fracturado una falange del dedo central del pie derecho debido a un accidente doméstico que le va a obligar a llevar calzado cómodo y plano durante unas semanas para aliviar el dolor. Ocaña tomó su cargo el pasado 30 de abril en sustitución de José Manuel Zuleta, que la ha acompañado fielmente y con discreción desde su etapa de princesa.
No es nada nuevo decir que Ocaña es la primera mujer que ha asumido el cargo en la jefatura de la Secretaría de la Reina y la segunda en el organigrama directivo de Casa Real, junto con la interventora Beatriz Rodríguez Alcobendas. Pero a diferencia de esta última y de Zuleta, Ocaña la nueva secretaria de su Majestad «mancha». No tiene un cargo oculto al público como es el caso de Rodríguez Alcobendas, ni pasa desapercibida con su traje como le pasa a Zuleta, donde su invisibilidad era la constante en toda su labor con la Reina. Ocaña es una mujer guapa que, como dice un fotógrafo que sigue habitualmente a la Reina, tiene «bolso, pendientes, ropa...» No va uniformada y tiene que cuidar sus estilimos para no eclipsar ni competir con Doña Letizia. Los que hemos visto a María Dolores en sus tres apariciones públicas de esta semana hemos apreciado que, además de una mujer de gusto refinado, es una profesional que está hiperpendiente de todos los detalles. Todo es nuevo para esta madrileña de 51 años y «aunque se la nota nerviosa, ha encajado muy bien en el organigrama», cuentan quienes la conocen.
Elegir la figura del secretario real no es tarea fácil. La misma Kate Middleton ha tenido varios desencuentros. En pleno anuncio de su cáncer y después de un año de no tener a nadie en ese cargo, ha contratado a un héroe de guerra para llevar a cabo estas funciones: el teniente Coronel White, un militar con el que se pretende tener una línea continuista en palacio. Anteriormente, en ese puesto estuvo la relaciones públicas Alison Corfield, también de 51 años como Ocaña, que tenía un estilo «directo, persuasivo y exigente», que no acabó de encajar con Kate, a pesar de que lo que la cautivó de ella fue su trabajo con el chef Jamie Oliver y cómo consiguió presionar al gobierno británico para conseguir comidas gratuitas en los colegios. ¿Será Ocaña más Alison o más Coronel White? Al tiempo.
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