La vejez

Desde el punto de vista económico, es la sustitución de unas generaciones por otras, en una evolución demográfica declinante y con una esperanza de vida al nacer (EVN) cada vez más elevada (85,3 años en la Comunidad de Madrid, seguramente la más elevada del mundo), el envejecimiento poblacional es un hecho. Ya en algunos países, con más de un tercio de la población con más de 65 años.

En poco más de 24 horas, estuve estos últimos días en tres encuentros sobre el tema. Primero, en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en la tarde del martes 21 de mayo, con una interesante ponencia de Diego Gracia, muy basada en los clásicos. El segundo encuentro fue en la mañana del miércoles 22, en la Fundación Areces, el «Nobel Prize Dialogue»: una sesión de alto nivel en la que disertaron cinco Premios Nobel sobre longevidad, inteligencia artificial y robótica para la mayor edad, condicionando educación, dignidad, etc. Y la tercera visita a la misma materia fue el miércoles en la noche, en el programa «La verdad desnuda», que dirige Ramiro Aurín en Capital Radio. De la mano, esta vez, del sapiencial Dr. Carlos Enrique Rodríguez Jiménez.

Desde Japón y China a EE.UU., y desde Alemania a España e Italia, en todas partes se presta atención creciente al envejecimiento y sus consecuencias, pudiendo decirse que:

-La EVN seguirá creciendo, pero no hasta los 900 años, que se dijo tuvo Matusalén: a 120 tal vez como tope.

-No basta con que los mayores tengan ocio e incluso más entretenimiento. Necesitan más filosofía y búsqueda del conocimiento en la ciencia de hoy. Por eso, volverán a las aulas para no quedar obsoletos.

-Como los mayores tienen voto, su influencia en la política será cada vez mayor.

-Y por último, la progresiva aceptación de la muerte digna en la legislación, serán cada vez más numerosos los que voluntariamente elijan el momento de irse del Valle en que vivimos