Medio Ambiente
Las urbes españolas no están conectadas a la Naturaleza
Este año se celebra el día Mundial del Medio Ambiente bajo el lema «Conectar con la naturaleza». Un estudio mapea las zonas verdes de las ciudades y su capacidad para mejorar la salud de las personas
Este año se celebra el día Mundial del Medio Ambiente bajo el lema «Conectar con la naturaleza». Un estudio mapea las zonas verdes de las ciudades y su capacidad para mejorar la salud de las personas
Hoy se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Medio Ambiente. Este año se ha elegido el lema por votación popular y se trata de «conectar a las personas con la Naturaleza»; toda una invitación a salir de casa y descubrir el entorno verde también en las grandes ciudades. Y es que, según un informe de esta misma semana, la mayoría de las ciudades españolas de más de 100.000 habitantes viven poco conectadas al entorno natural.
El estudio ha sido realizado por investigadores del grupo Interfase del departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). El grupo ha diseñado una metodología (tiene en cuenta el urban atlas de 2006 y un mapa de uso del suelo) para poder construir el mapa interactivo de infraestructura verde urbana y periurbana de Europa de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Con esta nueva herramienta, que evalúa la conectividad de las ciudades con su entorno natural y la accesibilidad de la población a sus áreas verdes, se pretende dar un paso más hacia la meta de la política europea en materia de conservación de la biodiversidad de establecer infraestructuras verdes. «La proporción de dichas zonas da idea de la capacidad de una ciudad para mejorar la salud de las personas», explica el estudio.
La principal conclusión es que 15 de las 37 ciudades españolas estudiadas están consideradas ciudades verdes, pero aunque lo son en cuanto a superficie ocupada, no lo son tanto en cuanto a conectividad, distribución y accesibilidad de sus zonas verdes y, por tanto, «no constituyen el modelo urbano ideal para promover la conservación de los ecosistemas y la salud de la población», explica Jaume Fons, investigador de la UAB y coordinador del proyecto. En esta clasificación están Logroño, Oviedo, Valladolid, Zaragoza, Alicante, Murcia, Palma de Mallorca, Alcalá de Henares, Getafe, Móstoles, Toledo, Badajoz, Córdoba, Málaga y Dos Hermanas.
Seis ciudades de la franja norte (Bilbao, Pamplona, Gijón y Santander) y nororiental (Sabadell y Mataró) están catalogadas como ciudades de periferia verde. Su punto fuerte es que las áreas verdes periurbanas son importantes conectores entre el centro urbano y los ecosistemas naturales más próximos, además de un punto clave en las medidas de ordenación territorial. A continuación, Palma de Mallorca, Tarrasa, Vitoria y Santiago de Compostela son ciudades forestales, en las que la presencia de espacios naturales dentro de parte del municipio a menudo influye en la ordenación de estas ciudades, como es el caso del Parque Natural de Sant Llorenç de Munt i Serra de l’Obac en Tarrasa, o el Anillo Verde de Vitoria. El equivalente marítimo de estas situaciones sería Valencia (ciudad azul) con un 20% de superficie acuática y zonas húmedas que incluyen el Parque Natural de la Albufera.
En el otro extremo están las grandes áreas de Madrid y Barcelona, con importantes diferencias entre ellas. La primera es una ciudad fragmentada, donde la presencia de zonas residenciales de baja densidad y una distribución de los elementos verdes relativamente homogénea recuerda al modelo londinense. En cambio, Barcelona y los principales municipios del área metropolitana son ciudades verdes impermeables que aún teniendo densidades de población más elevadas que en el resto de las comarcas de la provincia, tienen menor proporción de infraestructuras verdes, especialmente Hospitalet de Llobregat, con sólo un 10% de área verde.
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