3 razones para practicar yoga cada mañana

Si practicas yoga sabrás que cuenta con innumerables beneficios practiques a la hora que lo practiques aunque si eres de los que se levanta con energía, realizar una clase de yoga antes de comenzar con la rutina diaria (desayuno, trabajo, familia, etc.), te permitirá obtener, si cabe, mayores beneficios. Aquí van 3 razones para practicar yoga cada mañana.

1. Averiguar si te estás alimentando correctamente: todos sabemos que los excesos se pagan. Cenas copiosas, una copa de vino de más... Mientras dormimos, nuestro cuerpo se encarga de clasificar y digerir toda la comida del día anterior. Al despertarnos, la mayoría de los nutrientes se han asimilado y nuestro sistema digestivo ha hecho su trabajo. ¿Y qué tiene que ver esto con el yoga? Fácil, si te sientes con energía y estable en la práctica de yoga de la mañana, ya sabes que lo comiste ayer ha servido a tu cuerpo. Si por el contrario te encuentras hinchado o falto de energía, es fácil averiguar que estamos pagando los excesos del día anterior.

2. Fomentar mejores hábitos de sueño: levantarnos temprano y realizar una clase de yoga a primera hora nos permitirá, de noche y al final del día, dormir mejor y ser más conscientes de la necesidad de descanso que nos pide nuestro cuerpo. Levantarse para una clase de yoga cuesta al principio (a todos nos gusta quedarnos 5 minutos más en la cama), pero interfiere, y mucho, en la calidad de nuestro sueño al terminar el día. La práctica temprana de la mañana nos ayudará a obtener el descanso que necesitamos tras nuestra rutina diaria.

3. Equilibra nuestro tono mental: tras una clase de yoga, y esto es universal, no importa tanto la hora a la que se practique, nuestra mente siempre está más estable, más tranquila y más equilibrada. Partiendo de esta base, si lo primero que hacemos cada día es precisamente comenzarlo con una mente así, la posibilidad de mantener la mente tranquila durante todo el día es mayor cuanto antes se realice la práctica. A partir de la atención plena que nos da una clase de yoga, se puede conducir a un día entero de la atención plena.

A título personal, evito realizar mi clase de yoga a última hora del día, sobre todo si se trata de un yoga más físico como el Vinyasa ya que, aunque muy beneficioso, moviliza demasiada energía y me cuesta conciliar el sueño si me acuesto tras la práctica. Si se trata de un yoga más de meditación, como el kundalini, entonces también es recomendable hacerla al final del día.

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