Prevención

Ni mágicos, ni milagrosos; simplemente, beneficiosos

No existen alimentos con propiedades mágicas o milagrosas en lo que se refiere al cáncer, a pesar que a veces nos los quieran vender como tales. Ello no quiere decir que no sean saludables y que incluso alguno sí pueda tener efectos curativos o beneficiosos sobre el cáncer.

Ni mágicos, ni milagrosos; simplemente, beneficiosos
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No existen alimentos con propiedades mágicas en lo que se refiere al cáncer. Ello no quiere decir que no sean saludables y que incluso alguno sí pueda tener efectos curativos o beneficiosos

EL TÉ VERDE. Se afirma que consumirlo habitualmente puede prevenir el cáncer y ayudar a curarlo, debido a la gran cantidad de antioxidantes que contiene. Pero no se ha podido demostrar en personas todavía, aunque sí en estudios científicos realizados en el laboratorio y con animales. Es necesario realizar estudios clínicos con humanos para comprobar si dichos efectos se pueden extrapolar.

FRUTOS ROJOS. También conocidos como frutas del bosque, las frambuesas, arándanos, moras, grosellas, cerezas o fresas tienen un gran poder antioxidante y se les asocia con la prevención y cura del cáncer. Las evidencias existentes indican que comer frutos rojos podría tener beneficios sobre el cáncer y la salud en general, aunque las investigaciones hasta ahora solo han dado resultados en laboratorio.

AJO. Tienen múltiples propiedades beneficiosas: antisépticas, fungicidas, bactericidas, depurativas y de mejora de la circulación. También son conocidas sus excelentes cualidades diuréticas. Estudios recientes empiezan a hablar también de propiedades anticancerígenas, pero de momento no hay suficiente evidencia científica para recomendar el ajo como un alimento que ayude a tratar el cáncer, ya que no existen estudios clínicos en humanos.

PRODUCTOS ECOLÓGICOS. La agricultura y ganadería ecológica no utiliza productos químicos sintéticos ni organismos genéticamente modificados (transgénicos), y emplea técnicas más sostenibles con nuestro medio ambiente. El resultado son alimentos más naturales, saludables y sostenibles, e incluso con mejor gusto. Pero por el momento no se puede afirmar que sean biológicamente o nutricionalmente mejores ni que tengan efectos beneficiosos sobre la prevención o el tratamiento del cáncer.

LAS SEMILLAS DE LINO. Se les atribuye la capacidad de prevenir y curar el cáncer, principalmente el de próstata, pulmón, colon, recto y mama. Es una creencia muy extendida pero los estudios en personas son limitados. En investigaciones con animales sí se ha observado que gracias a su poder antioxidante podrían reducir la formación, el crecimiento o la propagación de algunos tipos de cáncer.

LA CÚRCUMA. La cúrcuma es una planta utilizada como especia en la cocina y que tradicionalmente se ha empleado para curar heridas, infecciones del trato urinario y enfermedades del hígado. Varios estudios realizados en el laboratorio y en animales han demostrado que presenta propiedades anticancerígenas, pero hoy no existe suficiente evidencia científica que confirme que el consumo de cúrcuma durante el tratamiento del cáncer tenga efectos beneficiosos.