Farmacia
Alerta sanitaria: las farmacias se quedan sin medicamentos clave para el corazón
Adiro forma parte de una larga lista de medicinas que empiezan a escasear en las boticas españolas. El suministro irregular de algunas presentaciones, que en Andalucía apuntan hasta 300, se ha convertido en un hábito cotidiano
Adiro forma parte de una larga lista de medicinas que empiezan a escasear en las boticas españolas. El suministro irregular de algunas presentaciones, que en Andalucía apuntan hasta 300, se ha convertido en un hábito cotidiano
Muchos pacientes seguro que echan de menos desde el mes de abril y mayo el Adiro, ya que en las farmacias no cuentan con un suministro regular de este antiagregante plaquetario desde entonces, y como él hasta tres centenares de moléculas, que por diferentes motivos, causan baja en la lista de medicamentos listos para prescripción. Si bien es cierto que muchos cuentan con un sustituto, como explica Teodomiro Hidalgo, vocal de farmacia del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), «nos está llegando este malestar. Y no sólo de Adiro, sino que éste es uno del grupo de medicamentos que se encuentra en suministro irregular».
El problema con Adiro comenzó hace ya algunos meses, en abril, y por aquel entonces las fechas estimadas de vuelta a la normalidad ponía como vuelta a las farmacias los meses de verano, julio y agosto. Lo cierto es que a día de hoy, de forma oficial, según recoge el Centro e Información del Medicamento (CIMA) de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), el próximo uno de noviembre se prevé la vuelta a la normalidad. Asimismo, desde el laboratorio responsable, Bayer, también apuntan que esperan tener todo listo para entonces. En el comunicado oficial argumentan que este problema de suministro es «debido a las actividades de reforma y modernización que se están llevando a cabo en nuestra planta de Leverkusen, estamos teniendo algunas interrupciones temporales del suministro de (adecuar al producto). Desde el laboratorio se ha mantenido puntualmente informada a las Autoridades sanitarias correspondientes».
Repercusiones
Para los médicos y, por supuesto, para los pacientes esto supone alterar de alguna forma los tratamientos crónicos en patologías en las que «les hemos dicho a los pacientes que tienen que tomarla todos los días para evitar otro susto. Y claro, ahora van a la farmacia y no hay. Y, ¿qué les contamos? Hay otras opciones, como dar la Aspirina o las fórmulas genéricas del ácido acetilsalicílico, pero la interrupción del tratamiento ya está hecha», explica Vicente Palleres, coordinador del Grupo de Hipertensión Arterial y Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Española de Medicina de Atención Primaria (Semergen), médico en la Unión de Mutuas de Castellón y profesor asociado en la Facultad de Medicina Universidad Jaume I, en Castellón.
En este sentido, Manuel Anguita, presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), tranquiliza a los pacientes:«No estamos ante un estado de alarma, de momento es algo puntual y tenemos herramientas que nos permiten solventarlo con otros fármacos sustitutos. Y debemos aportar serenidad», Junto al Adiro, también hay problemas con Adalat oro, un anti hipertensivo de la familia de los antagonistas del calcio, «con la falta de existencias de este último –cuya vuelta al mercado se espera que sea ya para abril o mayo de 2019, según el CIMA– tampoco debemos asustarnos. Cierto es que se emplea en pacientes con insuficiencia cardiaca, pero hoy tenemos opciones mucho más seguras y eficaces, más modernas, que podemos prescribir a nuestros pacientes». Pallares añade que «el nifedipino de Bayer sólo se empleaba casi en las Urgencia para los casos de hipertensión arterial aguda, pero hay que empezar a tener en cuenta que tenemos alternativas terapéuticas más avanzadas y hay que extender su uso».
Alarma en la distribución
Adiro y Adalat forman parte de la punta del iceberg de un malestar que se vive en el entorno farmaceútico desde hace tiempo atrás. «El desabastecimiento de determinados fármacos comienza a ser algo crónico que venimos observando desde hace tiempo. Atiende a diferentes causas, pero lo cierto es que pone en peligro tratamientos y supone una alteración importante para los pacientes. Causas hay diversas, que si problemas de principio activo, que si laboratorios insolventes a la hora de cumplir con la demanda de moléculas porque no sean lo suficientemente responsables –se puede observar con muchos de los que se contratan en las subastas andaluzas–. Nosotros los farmacéuticos ponemos la cara al público y tenemos que tomar decisiones sobre si se puede intercambiar con otro o debemos de nuevo remitirlo a su médico para que valore las opciones que mejor le convenga», argumenta Hidalgo. Tanto es así, que desde el Consejo General de Farmacéuticos han diseñado un sistema de información –Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed)–, que involucra a un 25% de las boticas del territorio nacional (unas 6.700), que les sirve para testar dónde hay y dónde no un determinado medicamento, cuáles son los problemas y todo ello lo utiliza para encontrar la mejor solución a ese problema de desabastecimiento en concr eto. «Nosotros, como médicos, sólo podemos emitir una denuncia e intentar que desde las administraciones se tomen las decisiones oportunas», añade el presidente de la SEC.
Todo esto, no queda ahí. El sector de la distribución farmacéutica española está también muy revuelto, ya que han saltado las alarmas ante el hecho de que existan prácticas ilegales de venta directa de los laboratori os a las farmacias, por lo que FEFE ya ha exigido que se tomen medidas.
SIN NOTICIAS DE ALGUNOS MEDICAMENTOS
La Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha emitido un comunicado en el que expresa todo su malestar ante la situación de desabastecimiento que hay actualmente en nuestro país y que afecta sobre todo a las farmacias pequeñas y rurales y que rompe en el principio de equidad que siempre ha predominado en el ámbito de la botica. Carlos Galliani, vicepresidente de FEFE, exige que «los fabricantes farmacéuticos solucionen este problema que afecta a la salud de muchos pacientes, sobre todo de aquellos que sufren enfermedades crónicas». Además, se quejan de la venta directa de los laboratorios a los farmacéuticos. «No se puede permitir la venta directa de ningún medicamento sin que esté garantizado el abastecimiento en todas las farmacias de España, con independencia de su tamaño y localización», recalca.
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