Arturo Cimarra: «Empecé a ayudar a través del deporte cuando un amigo perdió a su hijo por cáncer»

Lleva desde 2009 haciendo pruebas de resistencia para ayudar a niños enfermos. ¿Qué le llevó a ello?

-En 2008 corrí mi primera maratón por un reto personal y pensé en mejorar la marca al año siguiente. Entonces un amigo perdió a su hijo por una leucemia y éste fue el motivo que me despertó a ayudar a través del deporte.

-¿Cuál fue la primera prueba que realizó con fines solidarios?

-Comencé con la fundación Caico contra el cáncer infantil, porque me enteré de que necesitaban financiación para poder pagar a musicoterapeutas para los niños, así que lo que hice fue vender kilómetros a amigos y empresas. Recaudamos 6.000 euros. Desde entonces no he parado.

-Pero Caico no es la única fundación con la que ha colaborado...

-Cada año he ido buscando un proyecto de la fundación que necesitara financiación y luego me he fijado el objetivo. De 2009 a 2011 corrí maratones, y en 2012 me propuse correr dos maratones en un mes: Madrid y Barcelona. Empecé a colaborar también con Menudos Corazones para ayudar a las familias que viajan a Madrid para tratar a sus hijos enfermos.

-Eso le costó una lesión que cambió sus metas, ¿no es así?

-Efectivamente. Sufrí una fascitis platar que me impedía correr, por lo que comencé a nadar y poco a poco fui progresando, así que decidí pasarme al triatlón. Y en 2013 participé en mi primer Medio Ironman en Barcelona. En 2014 me presenté a mi primer Ironman y en 2015 la llamada Quebrantahuesos. En total, llevo recaudados 100.000 euros gracias a particulares y a empresas como Autana Consulting, Ortopedia Juan Bravo, Scor Global Life, y Bread&Co.

-¿En qué ha sido invertida la recaudación obtenida?

-Además de los mencionados proyectos, hemos ayudado con un campamento para niños con cardiopatías congénitas y también a la creación de una ludoteca.

-¿Cuál es su rutina de entrenamiento y qué dieta lleva?

-Ahora estoy centrado en el triatlón y tengo un entrenador personal que me fija el trabajo según los objetivos. Es una disciplina diaria que me ayuda mental y físicamente. Semanalmente entreno unas diez horas. Sobre la dieta, no hago específicamente nada; como normal, aunque un mes antes de la prueba sí sigo algunas pautas como el control de los hidratos, etc.

-¿Cuál ha sido su mayor reto o el más duro?

-Acabar la maratón de Madrid habiendo corrido un mes antes la de Barcelona. Fue una satisfacción bestial. Lo duro no es la prueba en sí, sino sacar horas del trabajo, la familia, madrugar... mantener la constancia.

-¿Qué nuevo reto tiene en mente?

-Cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado y/o hacer una carrera de ultradistancia (100 km) en alta montaña.

A vuela Pluma

La vida de este madrileño de 41 años comienza cada mañana cuando se calza las zapatillas para correr. Y lo hace por la vida de muchos enfermos vendiendo kilómetros en cada prueba de resistencia que hace. Así recauda fondos para financiar proyectos de fundaciones y asociaciones que no pueden cubrir por sí solos. Su mujer y sus tres hijos se sienten orgullosos de tener un héroe en casa.