Cirugía

Cirugía de catarata, mejor operar cuanto antes

Hoy se obtienen mejores resultados si se hace una pronta intervención, pese a la creencia popular de lo contrario

Un 54% de los españoles de más de 40 años sufre presbicia o vista cansada | Fotografía de archivo
Un 54% de los españoles de más de 40 años sufre presbicia o vista cansada | Fotografía de archivolarazon

Hoy se obtienen mejores resultados si se hace una pronta intervención, pese a la creencia popular de lo contrario

Desde un punto de vista técnico, la catarata es el resultado de opacificación del cristalino que es la lente natural del ojo. «Este es un proceso normal de carácter progresivo y asociado al transcurso de los años (suele aparecer a partir de los 60 años) y su tratamiento es exclusivamente quirúrgico. La catarata es, sin duda, la patología ocular más frecuente, ya que todas las personas la acaban padeciendo antes o después», apunta David Antolín, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid. Pese a la información abundante y accesible, se trata de una patología sobre la que hoy en día existen una gran cantidad de conceptos erróneos entre no pocos pacientes.

Las confusiones se relacionan con los aspectos de la intervención, la duración de la misma, cómo es el proceso postoperatorio y, fundamentalmente, cuál es el momento adecuado de actuar, «siendo éste un error que puede tener una trascendencia especial. Lo cierto es que la evolución experimentada en los últimos años por la Oftalmología en general y por la cirugía ocular en especial, ha sido tan importante que, hasta cierto punto, no es de extrañar que a estas alturas convivan conceptos ya anticuados con los actualmente vigentes», subraya Antolín. Probablemente el origen de las confusiones tenga que ver con la «información» que algunas personas han «recibido» de conocidos que se sometieron a la operación hace años, cuando las técnicas quirúrgicas eran bien distintas a las actuales.

Errores comunes

Una de las equivocaciones más frecuentes y que puede tener una mayor importancia tiene que ver con el momento de someterse a la operación. En concreto, no son pocas las personas que «han oído» que cuanto más tarde se aborde la operación ésta será mejor. «Esta consideración no sólo ya no es correcta sino que, dada la técnica quirúrgica utilizada hoy en día, lo aconsejable es justamente lo contrario», asegura Antolín. En concreto, el tratamiento consiste en la eliminación del cristalino «opacificado» y su posterior sustitución por una lente intraocular en su lugar. La eliminación del cristalino se produce por ultrasonidos, de forma que cuanto menos «madura» esté la catarata, la intervención será más fácil. Es decir, cuanto antes se aborde, mejor.

Por otra parte, «si tenemos en cuenta que el objetivo de la intervención es devolver al paciente una visión normal, y que dicho objetivo se logra de forma prácticamente inmediata tras la intervención, estamos hablando de que la intervención tiene una repercusión positiva directa sobre su calidad de vida», cuenta Antolín. Entonces, ¿por qué retrasarla? En la actualidad, la cirugía de la catarata es una intervención totalmente eficaz gracias, entre otras cosas, a la información obtenida por el oftalmólogo de los recursos tecnológicos que usa en la exploración y que le aportan todos los datos necesarios.

La intervención realmente es una operación de microcirugía ocular cuya duración es muy breve (de diez a 15 minutos aproximadamente), totalmente indolora (la anestesia se aplica mediante un colirio), y cuyo proceso de recuperación es casi inmediato, por lo que se realiza en régimen ambulante (tras la intervención el paciente puede volver a su domicilio por su propio pie y reincorporarse a su vida normal en apenas unas horas).

En último término cabe destacar que uno de los aspectos a tener en cuenta en la evolución de la cirugía de catarata, «lo constituyen las lentes a implantar y, específicamente, la alternativa de las lentes multifocales que, proporcionan al paciente la posibilidad de ver correctamente a cualquier distancia y prescindir del uso de gafas de forma definitiva», concluye Antolín.