Barcelona

El científico al que robaron en Barcelona y escribió un libro

Doug Fields
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¿Por qué perdemos los estribos? Con esta pregunta tan directa el neurocientífico Doug Fields ha titulado su nuevo libro (“Why We Snap”, en inglés), en el que intenta explicar, desde un planteamiento científico, qué reacciones del cerebro nos llevan a explotar como un volcán hasta el punto de cometer acciones que en cualquier otra situación ni nos plantearíamos.

Lo curioso del caso es el detonante que ha llevado a Fields a hacerse esta pregunta, y arranca en la reacción que tuvo cuando, paseando por una calle de Barcelona camino de una conferencia, junto a su hija de 17 años, fue abordado por un ladrón, que le metió la mano en el bolsillo para robarle la cartera. Fields se dio la vuelta y, sin pensárselo dos veces, agarró al ladrón y le tiró al suelo con violencia.

Según el propio Fields, esta forma de actuar no responde a un sentido de inmoralidad o a un defecto mental, sino a un proceso neurológico evolutivo. «Quería entender, desde la perspectiva neurocientífica, qué sucede dentro de nuestro cerebro», explicó Fields a la BBC, en una entrevista concedida a la cadena británica.

Actuación inconsciente

Este neurocientífico es el director de la Sección de Desarrollo del Sistema Nervioso y Plasticidad del Instituto Nacional de Salud en Maryland, EE.UU., asegura que, cuando la persona pierde los papeles, «no se produce un pensamiento consciente».

Según Fields, cuando reaccionó de esa forma ante el ladrón no pensaba en nada en concreto y se dio cuenta de que «cuando explotamos, perdemos los estribos y llevamos a cabo una acción agresiva –ya sea física o verbalmente–. No es algo deliberado ni se produce de forma consciente».

«Todos nosotros estamos programados para la violencia y tenemos la capacidad de ser violentos», afirma Fields. “Necesitamos la violencia como especie, para protegernos a nosotros mismos y a nuestros descendientes.

Está ubicada en una parte del inconsciente del cerebro, que también controla otros impulsos, como el comportamiento sexual, el hambre y la sed», explica en la entrevista a la BBC.

«Si estimulas las neuronas en esa parte del cerebro en un animal, lanzará un ataque agresivo y matará a otro animal», explica Fields. «Nosotros tenemos el mismo circuito neuronal. La pregunta es: ¿qué es lo que activa ese circuito en la parte de ataque del cerebro?», agrega.

A su juicio, algunas investigaciones recientes sugieren que hay «desencadenantes muy específicos, con circuitos separados en nuestro cerebro». «Este circuito evolucionó y tenemos el mismo cerebro que teníamos hace 100 años, pero vivimos en un ambiente muy diferente; cosas como conducir un coche es algo completamente ajeno a estos circuitos cerebrales», explicó.

Además, este circuito cerebral está presente tanto en hombres como en mujeres, pero hay ciertas diferencias fundamentales en la detección de amenazas.

Por eso, agrega el científico, «en situaciones de estrés, las mujeres utilizan el hemisferio izquierdo del cerebro y analizan todos los detalles».

A esta conclusión llegó, precisamente, tras comprobar la reacción de su hija adolescente, que vio llegar antes que él al ladrón, pero no reaccionó como él.

«El cerebro masculino se dirige hacia el hemisferio derecho y observa la situación de forma global, por eso las mujeres son mucho mejores a la hora de detectar intenciones a partir de expresiones faciales», concluye el neurocientífico.