Bienestar animal
“Las colonias de gatos viven de la irresponsabilidad nuestra”, Agnes Dufau, especializada en Derecho Animal y Sociedad
De acuerdo con datos de la Fundación Internacional para el Bienestar Animal por cada gato doméstico en el planeta, hay dos que viven en comunidades en la calle. España es pionera en una ley para la gestión de estos animales.
Durante años hemos convivido con la noción de los gatos ferales, aquellos que no vivían en una casa y formaban colonias en las calles de las ciudades y los pueblos. Pero esto ha cambiado desde la Ley de Bienestar Animal. ¿Cómo se gestiona en España esta ley? ¿Es correcto hablar de gatos ferales?
“En primer lugar, se habla de colonias felinas, aquellas que, cuando no estaban en la ley, eran ferales. Cuando comienza a aplicarse la ley, los gatos pasan a ser partes de colonias comunitarias o son gatos con propietario. Pero todos ellos son animales de compañía. Y todos ellos tienen protección al mismo nivel”. Quien nos explica esto es Agnes Dufau, presidenta de FdECATS, especializada en Derecho Animal y Sociedad. Ha ganado el Premio International Cat Care Welfare Award 2014 por sus logros en la protección de los gatos en España y fue portavoz en el Congreso de los Diputados propiciando la mencionada ley.
Según la Base de Datos Global de Especies Invasoras (GISD), los gatos afectan a 587 especies evaluadas en la Lista Roja de la UICN en todo el mundo. Esto significa que actúan como depredadores antinaturales de muchas especies amenazadas o en peligro de extinción. De hecho, un estudio afirma que los gatos que forman parte de colonias felinas en las islas son responsables de al menos el 14% de las extinciones de aves, mamíferos y reptiles en todo el mundo.
“Las colonias vienen de la irresponsabilidad nuestra. Ni más ni menos – nos explica Dufau en conversación telefónica -. El nivel básico de la sociabilización en los gatos es hasta las 12 semanas, hasta que sepan que los humanos no son malos. Pasado este periodo es muy difícil sociabilizarlos. Esas generaciones que nacen en las calles y viven en colonias, normalmente su nivel de sociabilización es nulo, esto hace que no sean aptos para la adopción: sería un infierno para la persona y también para el animal y se considera maltrato animal, ya que estamos encerrando a un animal no sociabilizado, tanto en una casa como en una perrera o protectora. Esto les genera tanto estrés que se mueren por ello”.
Uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos como sociedad en este sentido tiene que ver con la cantidad de gatos comunitarios que hay en el mundo: su número es básicamente una incógnita.
“Hay más gatos de compañía en España que nunca, sobre todo en entornos urbanos. Y algún día llegaremos a niveles de Francia, que tiene casi el doble de gatos, casi 13 millones, que de perros. En Estados Unidos igual. El problema en España es que el porcentaje de gatos censados es del 3%, imagina entonces como se realizan estudios si la base es esta…”, explica Dufau.
Lo más cercano a ello podrían ser los datos de la Fundación Internacional para el Bienestar Animal (IFAW). De acuerdo con esta organización, hay unos 600 millones de gatos, de ellos, unos 200 millones son domésticos. Pero no son cifras exactas, como dice Dufau.
“El tema de gestión felina hay que cogerlo por los cuernos y con la ley tenemos esto – confirma esta experta -. Es una ley muy ambiciosa y pionera, no hay una ley tan avanzada en el mundo. Ahora queda la buena aplicación. España está liderando la aplicación de la ley felina, se trata de un texto inédito y reconocido por grandes asociaciones globales. Ha comenzado a aplicarse hace unos seis meses y es muy poco tiempo para aplicarse a unos 6.000 municipios. Hay mucha ciencia detrás de la metodología CER, se ha investigado mucho. Y se están poniendo las pilas relativamente: algunos se lo toman muy en serio y otros no tanto. Es un momento muy interesante”.
La metodología CER que menciona Dufau se basa en Capturar, Esterilizar y Retornar. Pero para que tenga éxito se debe hacer en un 80% mínimo de los gatos comunitarios. Los ayuntamientos tienen la responsabilidad de poner en marcha programas de gestión de colonias felinas, pero la sociedad también tiene una responsabilidad. Hay que comprender que no podemos gestionar los gatos no sociables como sociables. Y aquí es cuando surge el concepto biológico de vacío. Si en un descampado hay gatos es que hay recursos para vivir, de lo contrario no sobreviven allí. Y se sabe que hay mucha gente que les da de comer a estos gatos y se piensa que es algo bueno.
“Los gatos luego vuelven porque hay recursos. Una colonia está descontrolada principalmente por las conductas sexuales de los gatos, eso molesta a los vecinos, que denuncian, las autoridades recogen a los gatos, pero no siempre aplicaban la metodología CER. Antes, se capturaba los gatos dejando espacios libres, que pronto volvían a ser ocupados por nuevos gatos. Con la gestión de colonias, se capturan, se esterilizan y se devuelven los gatos al lugar de captura, impidiendo así el "efecto vació" y la llegada de nuevos gatos. Esterilizar los gatos significa que ya no habrá más camadas, habrá muchas menos peleas y no habrá animales muriéndose. Ahora se ha evolucionado mucho y la gente ha descubierto que no quiere un animal sufriendo – concluye Dufau -. La administración lo que hacía era capturar estos gatos por las quejas vecinales. En Córdoba existe un programa de ley maravilloso que a los ciudadanos les cuesta 0,32 céntimos por año. Ahora el reto mayor que tenemos es hacerle saber a la gente que toca confiar. Muchos han pagado de su bolsillo las esterilizaciones y hay mucha desconfianza”.
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