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Ignacio Para: «No se trata de privatizar, sino de optimizar el dinero»

Este experto en política y gestión sanitaria es el presidente de la Fundación Bamberg. Con el conocimiento profundo de una Sanidad que necesita «rediseñarse», apunta que «los 17 SNS», derivados de las autonomías provocan «un galimatías legal que impide la trasparencia, la igualdad y la accesibilidad a los mejores tratamientos y resultados en salud».

Ignacio Para, presidente Fundación Bamberg
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Ignacio Para, experto en política y gestión sanitaria, es el presidente de la Fundación Bamberg

-El título de su libro «La transformación de la asistencia sanitaria» alude a un problema que urge en España. ¿Hasta qué punto hay que replantearse ya este proceso?

-La nueva medicina está ya provocando un cambio en la asistencia sanitaria –un ejemplo son las llamadas Car-T– que trata de atacar las causas de las enfermedades, no sólo sus efectos; centrada en los procesos moleculares de las células, en el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario y metabólico. Las nuevas terapias se desarrollan en este aspecto de manera individualizada en función del genoma y las características de la enfermedad. Si no cambia la asistencia sanitaria nos veremos abocados a problemas de todo tipo: legales, financieros y de eficiencia y eficacia de las actuaciones de los profesionales y de nuestro sistema sanitario.

-En su obra menciona el modelo Alcira. ¿Por qué resulta necesario?

-Sólo señalo que el modelo de gestión, integrando todos los dispositivos de un área de salud, con una financiación capitativa y con interfacturación con otros hospitales ajenos a su área, es el más eficiente, el más competitivo y el más eficaz. Y además es el que más induce a la promoción de la salud, a la prevención de las enfermedades y al diagnóstico precoz. Al ser muy competitivo, estimula a un constante aumento de la calidad y de los resultados en salud. Un modelo de gestión empresarial que en ningún momento está reñido con los objetivos sanitarios sino todo lo contrario. Y todo esto. independientemente de si la propiedad es pública o privada. No se trata de privatizar sino de optimizar el dinero que los ciudadanos aportan mediante impuestos ofreciéndoles mejores servicios y mejores resultados en salud.

-También dice que hay que extraer lo mejor de cada modelo autonómico y refundar así esa tan ansiada Sanidad. ¿Cómo se puede hacer?

-No hay que refundar nada. Sólo hago hincapié en que sería muy bueno que algún organismo estatal, como el actual Ingesa, pudiera ser un foro de información e intercambio de experiencias en materia de organización, en materia de gestión o en el uso de las nuevas tecnologías, etc. que permitiera optimizar los esfuerzos de todos. Esta propuesta la elevamos en su día al Ministerio de Sanidad de turno que hizo caso omiso de la misma. Se trata de romponía vive de espaldas tratando de reinventar la rueda. En este sentido trabajamos con encuentros en que el servicio de salud respectivo presente los retos asumidos y los logros alcanzados, editándolo también en libros de la Fundación como el último sobre el Servicio Vasco de Salud, Osakidetza.

-Hace hincapié en lo nuevo que ya está aquí sin olvidar que es imprescindible su uso en el día a día. ¿De qué forma pueden entrar en esa consulta del clínico sin suponer un «temido gasto»?

-En la consulta del clínico lo que entrará son ayudas al diagnóstico y a la prescripción de la terapéutica más adecuada. Éstas serán cada vez mejores y más eficaces mediante el desarrollo de la inteligencia artificial y la inteligencia de datos, el llamado «big data».

-Uno de los temas que redundan en su obra son las complicaciones y galimatías legales de las 17 autonomías. ¿Qué medidas propone?

-El hecho de tener 17 parlamentos dictando leyes, aunque tienen que contemplar lo legislado a nivel estatal y las directrices de la UE, nos ha generado un galimatías legal muy difícil de sobrellevar. En 2017 se publicaron casi un millón de páginas (un total de 954.568) en boletines oficiales de las que 223.000 son del BOE, pero más de 731.000 de los boletines de las comunidades autónomas. Así, cualquier propuesta de ley autonómica debería someterse a un organismo estatal (Senado, como cámara de representación territorial) donde se estudiaría su posible aplicabilidad a todo el territorio o se identificaría aquello que fuera singular y diferencial de la comunidad proponente. Además debería realizarse un estudio de la legislación de las diferentes comunidades con el fin de elabora textos refundidos que se propondrían a la aprobación del Congreso de los Diputados, cuya aprobación supondría la anulación del conjunto de leyes refundidas.

-Prevenir es uno de los grandes retos de la Medicina del siglo XXI. Lo menciona en el libro. ¿Cómo se asume este cambio?

-Hay que cambiar de una medicina reactiva a una proactiva que trate de anticiparse a la enfermedad. El problema es que llevamos diciendo esto más de 20 años y, sin embargo, se hace muy poco. Yo propongo reforzar la atención primaria de una manera muy importante para que sus médicos sean los gestores de los riesgos de salud de la población que tengan asignada.