«La brújula de nuestra profesión apunta a una farmacia asistencial»

-Dalmases se muestra optimista y elogia la fuerza de recuperación de un sector en el que la feria refleja la fuerza con la que da por superada la crisis. ¿Qué sabor de boca les deja esta edición de Infarma?

-Desde luego nos deja un sabor de boca muy dulce y total ausencia de amargos, porque hemos visualizado que la farmacia se recupera, lo hace no sólo económicamente, sino también con nuevas iniciativas. Se está mostrando otra vez como un sector muy fuerte. Dicen que las ferias son el reflejo del sector y este crecimiento y esta explosión de actividad que se ha visto en la cita son el reflejo de que la farmacia ha vuelto a estar en auge.

-Entre los asuntos que se han debatido en el congreso se subrayaba el carácter asistencial de la farmacia. ¿Cómo es esa extracción lenta?

-Paralelo a la feria se desarrolla un congreso, que es otro volcán de iniciativas, ideas y «brainstorming» de la profesión. Es verdad que desde hace años la brújula de nuestra profesión apunta a una farmacia asistencial y más integrada entre los recursos sanitarios que tiene la población. Y esto se traduce en una participación en el congreso muchísimo más alta que en anteriores ocasiones: sigue en crecimiento, con muchísima inquietud por parte del farmacéutico. No hay duda, y estamos todos convencidos de que éste es el camino. Acabamos de revelar una encuesta de pacientes en la que se pone de manifiesto que la gran mayoría quiere que el boticario le ayude y aconseje con su medicación, porque quiere tener un farmacéutico de referencia. Demandan compromiso con su salud, esa es la lectura que hacemos.

-Lo que les revela la encuesta ahora es lo que ha definido el modelo de farmacia siempre, incluso cuando desde Europa se ponía en duda. ¿Cierto?

-El sistema de farmacia español se siente cercano y garantiza la accesibilidad. Pero hay que fijarse en que el papel del boticario ha cambiado hasta dos veces: primero fabricaba los medicamentos para la sociedad; ahora eso se hace en un porcentaje muy pequeño –fórmulas magistrales–; luego dispensaba los fármacos. Lo importante de todo esto es que el profesional no se puede limitar a esto sólo, tiene que comprometerse con ese tratamiento y con la eficacia del mismo en los ciudadanos. Ese es el camino que conduce al conocimiento que tiene el farmacéutico sobre el medicamento y es lo que puede redundar en la salud de los pacientes y en la población sana. Porque no olvidemos que en la oficina no sólo entran pacientes sino ciudadanos sanos que requieren consejos de salud para una vida y un estado de salud óptimo. Y aquí nos faltan algunas herramientas para estar listos.

-¿Cuáles?

-Tenemos necesidad de conocer la historia clínica de los pacientes y cuáles son los diagnósticos, ya que no podemos hacer una intervención sin conocer estos elementos. Es un camino que hemos emprendido hace tiempo, hemos ido dando pasos firmes, pero que debe consolidarse con las herramientas y los elementos que los farmacéuticos necesitan.

-Tomando el pulso en debates y mesas en la feria, ya habrán visto que este trabajo lo hacen los farmacéuticos sin tener los elementos que exigen para que sea más completo porque los ciudadanos confían en ellos...

-Es verdad y así lo reflejan los datos de la encuesta que mencionaba. Un 60% de los pacientes dicen exclusivamente acudir a una farmacia siempre y otro 20% dice que mayoritariamente. Esto supone que casi un 80% de pacientes es muy fiel a una botica de referencia. Por lo tanto, ya se nos está reconociendo este papel, porque es verdad que somos el sanitario más próximo que tiene el ciudadano en un momento de consulta o duda. Pero aún así, queremos dar un paso más y debemos comprometernos también con aquellos pacientes que tienen enfermedades más importantes y tratamientos complejos y son polimedicados. Y además, prepararnos sobre todo para la el gran reto que nos llegará a la Sanidad española, que es la predicción de que todos llegaremos a ser pacientes crónicos y polimedicados. Así lo apuntan las estadísticas y se convierte en un desafío clave de la asistencia. Y aquí la farmacia tiene que dibujar cuál sera su papel en este futuro.

-Entre toda la actividad que lleva a cabo el farmacéutico, la digitalización del sector es un ejemplo claro de lo pionero que son sus profesionales. ¿Cómo han convertido un reto en una ventaja a su favor?

-Es evidente que queremos estar en el futuro y jugar un papel importante en el mundo que se está digitalizando. La farmacia no lo contempla como un fin sino más bien como un medio de ser mejores profesionales a través de las posibilidades que nos brindan las nuevas tecnologías. Por eso creo que si lo aprovechamos bien no sólo con el usuario de las oficinas de farmacia, sino con los pacientes y población sana, también nos servirá para algo que nos piden nuestros pacientes: una mejor integración con sus médicos, sus enfermeras... Ahí, en las redes, hay instrumentos muy potentes y la que interconecta el sector sanitario es una herramienta indispensable para el futuro.

-Una de las propuestas novedosas, #Farmaidearium, cosecha bastante éxito, ¿a qué se debe?

-Este es el mundo digital farma. Esta es la vehiculización que hemos querido tener con esa tremenda actividad que hay en la red a nivel farmacéutico. #Farmaidearium es un I+D dentro de la feria y estamos muy contentos por la repercusión tremenda que ha tenido. Contamos con la presencia del consejero mientras una farmacéutica exponía una iniciativa a los demás compañeros. Bueno, esto sirve para canalizar toda esa actividad que llevan a cabo los profesionales y ser capaces de llevarla a una feria para compartirla es muy difícil, pero supone un fiel reflejo de que queremos estar al día. Y así adaptarnos a las nuevas formas de comunicación.