La industria farmacéutica, a expensas de Cataluña

La senda de estabilidad, con la recuperación de pagos a 90 días, y estabilidad de los laboratorios depende en gran medida de las fluctuaciones económicas

La incertidumbre que provoca Cataluña en la agenda política, contagia a todos los sectores, pero puede afectar de forma significativa a uno en concreto, la industria farmacéutica. Tras años de espera, en los que se sucedían los reales decretos, los recortes de precio, la contención del gasto... todo ello derivado del marco de crisis en el que se hallaba España, es ahora cuando puede disfrutar de un momento de respiro y ver ante sí un escenario de estabilidad y predictibilidad, como aseguró Humberto Arnés, el director general de la patronal de los laboratorios, Farmaindustria, durante el XIV Seminario Industria Farmacéutica y Medios de Comunicación, celebrado esta semana.

Los brotes verdes son tangibles en un sector que, como ha apuntado Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, se encuentra en unos momentos históricos «en cuanto al pago a proveedores, ya que estamos en momentos bajos. Esto es, los plazos de cobro están en torno a los 97 días. Esto es un momento histórico». En este sentido, desde Farmaindustria se afirma que «ni en los mejores momentos económicos se pagaba en tan corto espacio de tiempo y que además ojalá uno tuviera un comprador de esa magnitud en el que se pudiera confiar que va a pagar con regularidad, aunque sea en un plazo de tres meses». Urzay también subrayó que la importancia de esta situación es clave cuando hace cinco años «nos encontrábamos, en abril de 2012, con 700 días de retraso».

Esto es posible en la actualidad porque se va a hacer efectivo el pago del FLA extraordinario de octubre a diciembre. «Permite aportar de los seis días extra que las tesorerías ordinarias autonómicas no pueden asumir, ya que en la mayoría de los casos pueden pagar los 24 días», añade el subdirector de Farmaindustria. Este marco estable también ha favorecido la recuperación de los niveles de la inversión en I+D, que alcanza los 1.000 millones de 2008, anteriores a la crisis. Este incremento de la inversión permite al sector «mantenernos como líderes. Con datos favorables también en el empleo, con un incremento de 2.200 puestos de trabajo y superando cifras de exportaciones, por encima de los 10.000 millones de euros», subraya el director de Farmaindustria, Humberto Arnés.

Problemas graves

Esta senda positiva puede acabar si el tema de la independencia de Cataluña empieza a provocar bandazos económicos. De momento, las grandes «pharmas» asentadas en Cataluña no han anunciado movimientos, pero lo que ocurra puede afectar a un 40% de un sector que está considerado uno de los motores de la economía española, con permiso del turismo.

«Tal y como confirmó el anuncio del Gobierno de que el PIB crecerá el año próximo 3 décimas menos de lo previsto, de un 2,6 al 2,3%. Pero si la crisis catalana persiste, la AIReF –Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal española– apunta que la reducción del PIB podría llegar a ser de 1,2 puntos menos, hasta el 1,4%», explica Arnés. Esto podría poner en serio compromiso a la industria ya que las previsiones de gasto pueden superar estas cifras y esto generaría de nuevo una contracción en el sector si hubiera que asumir pagos extras. Éstos están contemplados en el Convenio de Colaboración del Gobierno con Farmaindustria, en el que se establece que los laboratorios asumirán la diferencia entre el gasto farmacéutico y el PIB, si el primero es superior al segundo.