Enfermedades

«Nadie quiere quitarse la vida, sino dejar de vivir con ese sufrimiento»

Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española Suicidología

Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española Suicidología
Andoni Anseán, presidente de la Sociedad Española Suicidologíalarazon

La neuroquímica de cada persona puede influir en la ideación suicida, pero todavía no se han identificado genes o neurotransmisores implicados específicamente en ella

¿Por qué una agrupación española en torno a esta patología?

Porque en España no existía ninguna sociedad profesional que abordase la prevención del suicidio, un problema de salud pública que duplica las muertes por accidentes de tráfico, multiplica por 70 las víctimas de violencia de género y es la principal causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años.

¿De dónde nace el tabú?

De la indiferencia social, mediática y política. La muerte no interesa, asusta, y si es provocada por uno mismo se percibe como reprochable. No se tienen en cuenta los factores que pueden influir en que una persona se quite la vida, en el sufrimiento y la desesperanza que rodea a una decisión de este tipo y, por tanto, parece un acto voluntario y hasta caprichoso, cuando la realidad es que nadie quiere quitarse la vida, sino dejar de vivir con ese sufrimiento, que seguramente podría evitarse con la ayuda necesaria.


¿Qué abordaje y especialistas requiere?

Para abordar un problema primero hace falta ser consciente de que ese problema existe. España, lamentablemente, está muy lejos de visualizar el que creemos es el principal reto de salud pública en el Sistema Nacional de Salud, que en España se lleva por delante diariamente la vida de 10 personas (hoy también), casi 4.000 al año o más de 60.000 en lo que llevamos de siglo.

Después, hay que preparar a los sistemas sanitarios, educativos, sociales, para ser capaces de detectar el riesgo, estar atentos a sus señales, saber qué hay que hacer, adónde derivar, estar coordinados, estar formados en su evaluación y tratamiento. Hay que estar igual de preparados que ante un infarto o un ictus, saber qué hacer (y que no) en casos de urgencia y tener un seguimiento del paciente a lo largo de todo el recorrido asistencial, de manera que no se produzca un abandono terapéutico que pueda desembocar, de nuevo, en una ideación o intento suicida.

¿Qué otras enfermedades mentales hay junto a ella?

Fundamentalmente trastornos afectivos, entre ellos la depresión, pero también hay trastornos de personalidad, psicosis o trastornos de alimentación. Además de ellos, el uso o abuso de alcohol o sustancias psicoactivas son un factor de riesgo a tener muy en cuenta.


¿Qué síntomas pueden hacer saltar las alarmas?

Cambios bruscos de comportamiento o de humor, manifestaciones de despedida, expresiones de cansancio vital, insatisfacción, frustración o fracaso, de dolor, infelicidad. desesperanza o de tener la forma para resolverlo todo. Pueden tener conductas 'de cierre' como regalo de pertenencias, objetos apreciados o valiosos, cesión de mascotas, redacción de testamento, visitas inesperadas a familiares o personas cercanas, etc. En cada caso será diferente, pero siempre aparecen comportamientos o expresiones que no son habituales en esa persona.

¿Qué explicación nos ofrece la neurobiología en este campo?

Estamos lejos de encontrar una respuesta a la pregunta de por qué se suicidan las personas (ninguna otra especie del reino animal lo hace). No tenemos certezas sobre su etiología psicológica o física. Sabemos que la genética o la neuroquímica de cada persona puede influir en la ideación suicida, pero todavía no se han identificado genes o neurotransmisores implicados específicamente en ella.

¿Qué respuestas nos ofrece la ciencia para combatir este grave problema que afecta también a la sociedad que no le gusta hablar de él?

Sabemos de estrategias que ayudan a prevenir los suicidios, aunque estamos lejos de aplicarlas. No tienen que ver sólo con determinados tratamientos psicofarmacólógicos o psicoterapéuticos, sino con abordajes integrales como el del reciente plan de prevención del suicidio en Galicia, en el que la Fundación Salud Mental España para la prevención de los trastornos mentales y el suicidio ha participado muy activamente. En el mismo se articulan protocolos de coordinación e intervención interinstitucional, control de acceso a medios letales, capacitación de profesionales, alertas epidemiológicas y otras actuaciones que, aplicadas conjuntamente, pueden disminuir la ideación, los intentos y las muertes por suicidio.