«Planificar es fundamental para vivir más tranquilo»

-En torno al orden hay muchos mitos por las patologías que existen en sus extremos –síndrome de Diógenes y trastorno obsesivo compulsivo–, pero en el libro «Pon tu vida en orden» (Plataforma Editorial) habla sobre todo de equilibrio. ¿Cómo se consigue?

-El libro está escrito por una persona desordenada (risas) y hace 12 años tuve que empezar a ordenarme porque era un caos. Pero se trata de poner orden a un volumen de cosas, saber cuánto podemos manejar y gestionar. Yo sé que necesito tener seis pantalones, si tengo siete empiezo a «liarla parda» y nueve ya es un caos total. Ese saber con qué te sientes en confort es donde está el equilibrio. También hay que tratar de no obsesionarse con el caos, pero el truco está en colocarlo todo de nuevo en el sitio asignado, sin tener cosas de más.

-Si uno consigue tener ese orden y esas rutinas domésticas, ¿es más feliz?

-Hay que tomarse las cosas con más tranquilidad. Mi máxima aspiración es vivir tranquila y, si lo consigues, más feliz eres. También así, consigues descansar. No podemos pasarnos la vida corriendo y con ese «no me da la vida»; esa frase me mata porque en realidad la estás viviendo... Si uno llega a esto hay que parar. El día a día nos agota, por ello el establecer rutinas nos permite vivir más tranquilos y felices. No es lo mismo llegar a casa y pensar que tienes que limpiarla entera, a que dediques el día sólo al baño. Planificar para vivir más tranquilo es fundamental.

-Con todo esto, aún cuesta llegar a casa y evitar el tirar el bolso y la mochila en el primer sitio. ¿Cómo se aprende?

-Ahí llegamos al punto de en dónde se dejan las cosas. Hay que encontrar sitios cómodos para cada cosa y para cada miembro de la familia; trucos y técnicas que nos ayuden para gestionar cada situación. El problema es que nadie se toma esos 10-15 minuto de análisis y prefiere combatir el estrés diario.

-Entonces, ¿automatizar este tipo de gestos y rutinas hace aparecer tiempo que antes no tenías?

-Sí, claro, uno no anda por la casa como pollo sin cabeza.

-Planificar no sólo combate el estrés y el caos, sino que resulta saludable, porque prever las comidas también es necesario y ayuda a mantener una dieta más sana...

-Muchas personas no comen todos los días, no porque no puedan sino porque no lo piensan y están con el «pica pica». Comer es algo fundamental de nuestro día a día, es la base y además es cultura. En nuestro país es así. Planificar también ahorra mucho dinero y se desperdicia mucha menos comida. A través de la lista de la compra inversa, sólo comprar lo que vamos a cocinar. Hoy día no hace falta acumular, no hemos pasado una guerra. Hay que evitar el «¿qué cenamos hoy?» y descargar mucho la cabeza. Permite poner en marcha una dieta y se come mejor porque empleamos alimentos frescos y de temporada, menos preparados y menos comida rápida.