¿Por qué sentimos cansancio cuando llega la primavera?

Con el adelanto de hora del pasado domingo, durante esta semana, los días pasarán a tener 13 horas de luz natural. De manera aproximada, el sol sale a las ocho de la mañana y se pone a las nueve de la noche. La primavera trae consigo un aumento de las temperaturas y por insignificante que pueda parecer, el organismo se puede ver alterado. Para ello, deben realizarse ajustes internos. Para Daniela Silva, especialista en Medicina Interna de International Medical Insitute de Vithas Internacional de Madrid, “es necesaria una regulación hormonal y circulatoria apropiada para adaptarnos a estos cambios que representan un aumento de las necesidades energéticas de nuestro cuerpo, hecho que puede afectar de manera negativa a algunas personas, causando síntomas de astenia primaveral”.

La astenia primaveral se define como una situación transitoria que provoca cansancio durante un par de semanas. Actualmente, no se considera una enfermedad, pero sí un cuadro sintomático que se asocia a trastornos físicos y psicológicos como hipotiroidismo, periodos de estrés o ansiedad, entre otros. “No se trata de una patología, apenas hay evidencias que lo soporten. Lo adecuado sería hablar de una serie de síntomas que afectan a personas hipersensibles a los cambios estacionales y que, en mayor medida, son mujeres, mayores de 65 años y personas con un diagnóstico de trastorno afectivo de base”, añade Silva. Según informa la Fundación Alimentación Saludable, un 37% de los españoles siente más cansancio y falta de energía durante la primera parte de la primavera.

Se puede llevar a cabo una serie de pautas para pasar este periodo de mejor manera y sufrir menos. Las recomendaciones son:

Practicar actividad física moderada. Caminar, correr de manera moderada o montar en bici media hora diaria hará, siempre que se use protección solar, que los rayos del sol que inciden en nuestro cuerpo aumenten nuestros niveles de vitamina D, la cual juega un papel importante es nuestro sistema inmune.

Mantener unos horarios regulares de sueño. Se aconseja dormir, por la noche, entre siete y ocho horas y, de este modo, que el descanso surta efecto.

Seguir una dieta rica en frutas y verduras. La alimentación ha de ser uno de los pilares en nuestras vidas. Que sea equilibrada y saludable es fundamental. No obstante, tratar de seguirla en esta época, si se sufre con la llegada de la primavera, se convierte en más importante. Los frutos rojos contienen proteínas antioxidantes que benefician a nuestro cuerpo.

Reducir el consumo de bebidas con cafeína y estimulantes. Un café por la mañana se ha convertido en rutina para mucha gente. Resulta preferible evitarlo pues produce una mala calidad del sueño.