Investigación Médica
Una terapia génica, eficaz contra el Parkinson
Crea nuevos circuitos cerebrales para la función motora
Científicos han descubierto que una terapia génica emergente para la enfermedad de Parkinson crea nuevos circuitos en el cerebro asociados con un mejor movimiento motor. Estos hallazgos, publicados este miércoles en ‘Science Translational Medicine’ por el profesor del Instituto de Investigación Médica Feinstein (Estados Unidos) David Eidelberg y su equipo, explican los mecanismos terapéuticos involucrados en la terapia génica de Parkinson emergente llamada AAV2-GAD.
Estos resultados ayudan a las comunidades científicas y clínicas al hacer que AAV2-GAD progrese a los ensayos clínicos, al mismo tiempo que proporcionan mejor comprensión de la respuesta y la eficacia del tratamiento de la enfermedad de Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en Estados Unidos.
Los pacientes de Parkinson a menudo experimentan temblores, lentitud de movimientos (bradiquinesia), rigidez y problemas de equilibrio y coordinación, lo que ocasiona dificultad para caminar, hablar o completar tareas diarias sencillas. Las terapias actuales y los medicamentos para la patología de Parkinson ayudan con los síntomas, pero no disminuyen la degeneración neural subyacente. La terapia génica, que inyecta genes en las células para corregir anomalías en la función cerebral, es un enfoque terapéutico emergente para los trastornos neurodegenerativos, como la enfermedad de Parkinson. Recientes ensayos clínicos de fase 2 demostraron que el suministro del gen ácido glutámico descarboxilasa (GAD) en una parte del cerebro llamada núcleo subtalámico tenía efectos terapéuticos para los pacientes. El análisis del doctor Eidelberg de los mecanismos de la terapia con AAV2-GAD reveló que el mecanismo de acción de la terapia es único en comparación con otros tratamientos para el Parkinson. «Las terapias actuales para la enfermedad de Parkinson actúan sobre la red de enfermedades anormales en el cerebro y con frecuencia dejan de funcionar con el tiempo a medida que el cuerpo desarrolla tolerancia. Lo que observamos con la terapia con AAV2-GAD es todo lo contrario», destaca el doctor Eidelberg, autor principal. del artículo. «Encontramos que AAV2-GAD lleva a la formación de nuevas vías neuronales en el cerebro, que conectan el núcleo subtalámico a otras regiones motoras, mejorando así los síntomas motores durante hasta 12 meses», añade.
En el estudio, Eidelberg y su equipo analizaron tomografías PET metabólicas de 15 pacientes con enfermedad de Parkinson que recibieron la terapia génica y 20 que fueron asignados al azar a una cirugía simulada y luego se les volvió a examinar seis y 12 meses después de la operación. Lo que encontraron fue que aquellos que recibieron la terapia génica comenzaron a formar nuevas conexiones cerebrales, que maduraron al final del estudio de 12 meses. El equipo de Eidelberg planea utilizar la aparición de estos nuevos circuitos como biomarcador del tratamiento en un próximo ensayo clínico de fase 3 de esta nueva intervención para la enfermedad de Parkinson. «La investigación del doctor Eidelberg en la enfermedad de Parkinson ha abierto nuevas vías importantes para mapear redes cerebrales que son fundamentales para comprender los trastornos del movimiento debilitante --apunta Kevin J. Tracey, presidente y director ejecutivo del Instituto Feinstein--. Este último trabajo que traza el beneficio terapéutico de la terapia génica AAV2-GAD es un gran paso para perfeccionar las terapias que combaten las causas de la enfermedad». EP
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