Precios abusivos

La reacción de un importante empresario de Ibiza al ver los precios de la hostelería: "Es un escandalazo"

Pepe Roselló, veterano empresario y actual presidente de la Asociación Empresarial del Ocio Nocturno 'Noches de Ibiza', ha sido una de las voces más críticas con el fenómeno de las fiestas diurnas

Terrazas en el Centro de Madrid
Un camarero sirve a una clienta en una terrazaDavid JarLa Razón

El modelo de ocio en Ibiza ha experimentado una transformación profunda en los últimos años. Lo que antes era una isla emblemática por su vida nocturna, con discotecas que marcaban tendencia a nivel internacional, ahora ha virado hacia una fórmula que genera división entre empresarios, residentes y visitantes: el llamado “ocio diurno”, protagonizado por locales que operan en horario de sol y adoptan dinámicas propias del ambiente nocturno, pero sin estar sometidos a las mismas condiciones normativas.

Pepe Roselló, veterano empresario y actual presidente de la Asociación Empresarial del Ocio Nocturno 'Noches de Ibiza', ha sido una de las voces más críticas con este fenómeno, como retrata uno de los programas de Equipo de Investigación, de la cadena La Sexta.

Según advierte, la proliferación de las denominadas “discotecas de día” está ocurriendo al margen de un marco regulatorio claro, lo que a su juicio ha provocado un vacío legal preocupante.

“El concepto de discoteca se ha instalado en el ocio diurno de manera inapropiada y sin regulación”, afirma, alertando de las consecuencias que esto puede acarrear tanto para el sector como para la imagen de la isla.

Importante desequilibrio en el mercado

El origen del problema, explica Roselló, radica en que numerosos locales situados en primera línea de playa han comenzado a ofrecer espectáculos musicales, DJs internacionales y servicios asociados a la vida nocturna, pero en horario diurno y sin ajustarse a las mismas exigencias que las discotecas tradicionales.

Esta práctica, más allá de las cuestiones legales, ha generado un importante desequilibrio en el mercado, desplazando progresivamente a los establecimientos que operan exclusivamente de noche.

“El ocio nocturno está desapareciendo, y el diurno está instalándose y dominando todo el mercado”, señala Roselló, visiblemente preocupado por un modelo que considera descontrolado. A su juicio, esta transición ha traído consigo un encarecimiento drástico de la oferta de ocio.

Importante subida de los precios

“Lo que antes costaba 40 euros, ahora son 100 o incluso 200”, asegura. Y los datos parecen darle la razón: algunos clientes ya han denunciado públicamente precios desorbitados en estos nuevos espacios, incluso por productos básicos como refrescos o agua embotellada.

Uno de los ejemplos que más impacto ha generado fue el caso de un establecimiento de playa donde se llegaron a cobrar 52 euros por dos refrescos. “Que de día y en la playa se cobren estos precios a mí me parece un escandalazo”, sentenció Roselló en referencia al asunto.

Este tipo de situaciones, además de dañar la imagen internacional de Ibiza como destino turístico de calidad, también despiertan suspicacias sobre posibles prácticas abusivas que afectan al consumidor.

Falta de un marco legal específico

La falta de un marco legal específico para este nuevo tipo de oferta ha dejado a las administraciones públicas con un papel difuso. Mientras tanto, los empresarios tradicionales del sector reclaman una regulación clara que garantice la competencia en igualdad de condiciones. “No se trata de ir en contra del ocio diurno, sino de que se cumplan las mismas reglas del juego para todos”, insiste Roselló.

Desde su punto de vista, es imprescindible que las autoridades locales y autonómicas actúen con rapidez para poner orden en un sector en plena mutación. La solución, según él, pasa por actualizar la normativa vigente, controlar el aforo real de estos espacios, y vigilar que el volumen de sonido y los horarios de actividad respeten los derechos de los vecinos y la sostenibilidad del entorno.