Libros
El Trump escritor
El nuevo presidente electo estadounidense, Donald Trump, tiene una faceta algo menos conocida que su trayectoria como empresario y, más recientemente, que su carrera política: la de autor de libros de empresa y de autoayuda. Y no por falta de títulos, pues a lo largo de los años ha publicado una veintena de ellos.
El más reciente, Great Again: How to Fix Our Crippled America, publicado a principios del pasado verano, es una edición actualizada de Crippled America, de 2015 y en el que expone negro sobre blanco su programa político. El objetivo, presentarse ante el gran público, dar a conocer sus intenciones en caso de llegar a la Casa Blanca y servir de argumentario a sus seguidores durante la campaña electoral por la presidencia. Una herramienta de marketing de cara a la campaña, sin más, pero que debido a su triunfo en las elecciones presidenciales se ha encaramado a las listas de los libros más vendidos. Lectores con ánimo de conocer con algo más de detalle a quién han elegido presidente y qué puede esperarse de su mandato.
No obstante, no es sobre política sobre lo que ha escrito Trump desde que en 1988 publicara El arte de la negociación (Grijalbo), su primera incursión en las librerías. Su obsesión a lo largo de estos veinte años y otros tantos libros ha sido presentarse como el paradigma del empresario de éxito, el rey Midas de los negocios y la encarnación perfecta del sueño americano. Además de explicar cómo ha conseguido convertirse en una de las personas más ricas de Estados Unidos (ocupa el 113 en la lista Forbes, con una fortuna de alrededor de 3.300 millones de dólares), en sus libros comparte sus secretos para conseguir el éxito y enriquecerse. En otras palabras, la fórmula Trump.
Si en El arte de la negociación explicaba que la clave para ganar cualquier negociación era esperar el momento clave para abordarla, esperando pacientemente a que este llegara, en Cómo hacerse rico (Planeta) escribía que lo que convierte a un líder en líder es la mano dura y la capacidad de planificación: “Cada día estoy más convencido de que dirigir un negocio es como ser un general del ejército”, apostillaba.
Además de publicar sus libros en solitario en los que ensalzar su figura, Trump se ha especializado en publicar libros escritos a cuatro manos con otras personas. Una de las colaboraciones más exitosas fue la que le unió a Robert T. Kiyosaki, el célebre autor del bestseller Padre rico. Padre pobre (Aguilar), con quien publicó El toque Midas (Aguilar) y Queremos que seas rico (Aguilar). En ambos textos, centrados en la educación financiera, tanto de empresarios como de particulares, dan consejos sobre inversión y finanzas y las claves para conseguir el éxito, tales como el enfoque, la marca personal, las relaciones públicas, la fuerza de carácter y el ojo por los pequeños detalles.
También ha escrito a cuatro manos con el periodista Charles Leerhssen, con el empresario Bill Zanker y con los escritores Jeffrey Robinson y Dave Shiflett, entre otros.
De todos los libros de Donald Trump, el más reciente publicado en España es Nunca tires la toalla (Gestión 2000), en que explica, como suelen hacer los autores estadounidenses, que el fracaso es la mejor escuela posible y que, de ellos, sólo se aprende. En este sentido, Trump escribe: “Sufrí un revés tan mayúsculo a principios de la década de 1990 que estoy en la lista de récords Guinness por ostentar el mayor descalabro económico de la historia”. Y, tras ello, explica la parte positiva: “Es curioso, pero si miro hacia atrás creo que estar al borde del precipicio me convirtió en un empresario mejor y desde luego en un emprendedor mejor. Tuve que pensar maneras novedosas de evitar que me enterraran vivo. También me apoyé en algo que me gustaría tratar aquí: el pensamiento positivo. Créeme, funciona. Me ha permitido llegar a donde estoy: hoy soy mucho más rico y tengo mayor éxito que antes de que los contratiempos comenzaran para mí en la década de los noventa”.
Asimismo, en Nunca tires la toalla, explica que la clave de su éxito ha sido su carácter obstinado y tenaz, la confianza en sí mismo y su capacidad para no darse nunca por vencido, lo que le ha permitido convertir sus mayores retos en sus mayores éxitos. El texto, asimismo, incluye un decálogo sobre la actitud correcta con la que afrontar la vida y los negocios:
1. ¡Nunca tires la toalla! No te conformes con permanecer en tu zona de confort. Adoptar una actitud complaciente no te llevará a ninguna parte.
2. ¡Sé apasionado! Si te encanta lo que haces, jamás te parecerá trabajo.
3. ¡Permanece centrado! Pregúntate: ¿Sobre qué debería estar pensando ahora mismo? Bloquea las interferencias. En esta época de la multifunción, es una valiosa destreza que debes adquirir.
4. ¡Mantén vivo el interés! Escucha, aplícalo y sigue adelante. No dejes las cosas para después.
5. ¡Visualízate como un ganador! Esto te mantendrá centrado en la dirección adecuada.
6. ¡Sé tenaz! Ser terco puede obrar maravillas.
7. ¡Sé afortunado! El viejo dicho de «Cuanto más trabajo, más afortunado soy» es absolutamente correcto.
8. ¡Cree en ti mismo! Si no lo haces tú, nadie lo hará. Piensa en ti mismo como en un ejército de un solo hombre.
9. Pregúntate: ¿Qué finjo no ver? Puedes estar rodeado de grandes oportunidades, incluso si las cosas no parecen ir demasiado bien. Una gran adversidad puede convertirse en una gran oportunidad.
10. No te quedes en el problema, busca la solución. ¡Y nunca tires la toalla! Nunca, nunca, nunca tires la toalla. Esta idea merece ser dicha (recordada y aplicada) muchas veces debido a lo importante que es.
El libro incluye, asimismo, lo que viene en llamar “Las reglas de Trump para negociar”. Negociar es, a su juicio, un arte y para hacerlo con éxito deben seguirse las siguientes pautas:
• Debes saber qué estás haciendo. Suena sencillo, pero he vivido un montón de negociaciones en las que no podía creer cuánto desconocía la otra parte. De inmediato sabía que podía cerrar rápido un gran trato, basándome simplemente en la para mí obvia falta de preparación del otro negociador. Mi padre solía decirme: «Debes saber todo lo que puedas sobre aquello que estés haciendo». Tenía toda la razón y te doy el mismo consejo. Síguelo.
• Recuerda, hacen faltan muchos listos para pasar por tonto. Es un buen modo de ver cuánto desconocen tus interlocutores en una negociación. También se trata de una buena forma de saber si están presionando.
• Mantenlos ligeramente desconcertados. Lo que no sepan no te hará daño, y quizá te ayude más adelante. El conocimiento es poder, de manera que guárdate toda la información que puedas para ti.
• Confía en tu instinto. A la hora de negociar te encontrarás con muchísimas situaciones en las que no todo es blanco o negro, de modo que sigue tu instinto. Combínalo con tus deberes y llevarás la iniciativa.
• No te dejes limitar por las expectativas. No existen reglas exactas, y a veces he cambiado de rumbo en mitad de una negociación cuando me ha pasado algo nuevo. Mantente flexible y abierto a nuevas ideas, incluso cuando creas saber exactamente lo que quieres. Esta actitud me ha proporcionado oportunidades sobre las que no había pensado antes.
• Aprende cuándo decir no. A estas alturas, yo lo digo por instinto, pero creo que todos sabemos cuándo se dispara la alarma en nuestro interior. Presta atención a esta señal.
• Sé paciente. He esperado décadas a cerrar algunos tratos, y la espera dio sus frutos. Pero asegúrate desde el principio de que vale la pena aquello por lo que estás esperando.
• Para agilizar las negociaciones, muéstrate indiferente. De este modo sabrás si la otra parte está impaciente por seguir adelante.
• Recuerda que en las mejores negociaciones todo el mundo sale ganando. Esta es la situación ideal a la que debemos aspirar. También estarás sentando las bases para acuerdos comerciales futuros con personas que saben qué es tener integridad.
Libros, todos ellos, que nos ayudan a descubrir a quien desde el pasado martes y tras su inesperada elección como presidente estadounidense mantiene el mundo en vilo. Y libros que, de haberse leído con mayor profusión antes de las elecciones, quizá hubieran hecho que esta fuera menos inesperada, pues en todos ellos se refleja la figura del Trump que, con paciencia, tesón e ilimitada ambición acaba consiguiendo todo aquello que se propone: ya sea un nuevo contrato o, como hemos visto, la Casa Blanca.
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