Gastronomía
San Valentines con tequila y San Solterines con champagne
Se acerca San Valentín, con su posterior San Solterín (15 de febrero), y el mundo de los placeres toma más relevancia que en otras fechas. Así que empezaré recomendando una de las ofertas para Madrid que más me atraen y más picantes me resultan. Y es que uno de mis hoteles preferidos de la capital ha decidido centrarse en uno de mis países preferidos: México. Concretamente, en colaboración con Aeromexico, el Consejo de Promoción Turística de México y Tequila Altos del 11 al 17 de febrero consiguen que el Hotel InterContinental Madrid se transforme en mi lindo México, ofreciendo su restaurante, “El Jardín”, un menú degustación con platos del recetario mexicano más tradicional. Excitante, ¿no?
Los chefs Gonzalo Vázquez Flores y Ramsés Muñiz Chávez aterrizan desde el hotel de Ciudad de México, el InterContinental Presidente Mexico City, para transformar los fogones y deleitar así a los comensales durante esta semana.
Pero, ahora imaginad toda la experiencia maridada con un poco de tequila... Hablamos del TEQUILA ALTOS Se trata de un 100 % agave azul, que es de los pocos tequilas en el mundo que se elabora a través de la Tahona, un método tradicional que consiste en la maceración mediante piedra volcánica (la piedra tienen una antigüedad de 500 años). Es una compañía muy comprometida con la sostenibilidad que en todo momento intentan reducir desperdicios, donde el 99% de los desechos orgánicos son utilizados para la siguiente generación de agave. También apoyan a los indígenas, la cultura huichol y las ganancias apoyan a la infraestructura importante de proyectos en comunidades desfavorecidas. En España se comercializa el Tequila Altos plata y reposado.
Claro que, si el Hotel InterContinental os pilla con el Madrid Central de Carmen limitando (aunque en verdad la zona del hotel si accedes a través de José Abascal o Génova sí se puede), y sóis de los que viven en las afueras... en Las Rozas he descubierto un lugar con muchísimo rollo en donde, los frikis del vino, tenemos un rincón para diseñar nuestro propio manjar bebible de uvas . Se llama BODEGA URBANA. Y es que en este restaurante puedes seleccionar la variedad de uva que te apetezca (desde la Syrah, pasando por la Cabernet Sauvignon, la Merlot o el Tempranillo) creando así tu propio vino (con tu etiqueta y todo). Chete Blanco es el alma que llena de vida este local, famoso por ser la apuesta de media cúpula de Tele5 así como de los protagonistas de los programas más mediáticos (con deciros que Kiko Rivera la noche antes de entrar en GH Dúo celebró su cena de despedida en este imperio del vino ubicado en el Polígono Industrial de Las Rozas...). De hecho, tengo pendiente diseñar mi propio vino y contároslo en una entrega completa de mi blog. (Y si váis, recordad: tartar de salmón y la ensaladilla...
Y los solterines con champán de Veuve Clicquot
Aunque en verdad, los planes anteriores son aptos para solteros (en Bodega Urbana hay un menú especiales para los singles). Pero me apetece también hacer un homenaje a los solteros... Esos que no tienen plan y se quedarán en casa festejando.
¿Quién dijo que el champagne es solo para el amor? ¿Qué os parece si maridamos la soltería sentimental con un vino espumoso? Una de mis apuestas seguras es un descubrimiento que tuve el otro día en casa de unos amigos. La innovadora funda ‘Ice Jacket’ y el champán variedad rosada del VEUVE CLICQUOT ROSÉ. Desde la casa frances, hablan cómo mantener fría la burbuja del amor (como encabezan sus notas de prensa), yo diría “cómo mantener calurosa la burbuja de la soltería, la paz y el silencio”. Pero ya sabéis, la bebida está a un click de comprarlo en cualquier página en Google, y los sentimientos los ponemos ya nosotros a nuestra manera. Y a mí me apetece animar a la gente a consumir espumosos para el silencio.
Adentrándonos en la ficha técnica, hablaríamos del primer champagne rosado mezclado de la historia, además con funda y todo: Ice Jacket. Una cubierta que se ajusta a la botella de Veuve Clicquot Rosé como un traje de buceo y conserva la frescura del champagne. Para que el brindis sea eterno y las buenas vibraciones también. ¿Te lo regalas?
Para los solteros que quieran un vinto clásico renovado...
Aunque, yo que estoy en fase de tintos ahora, y comprendiendo que no todos aman las burbujas, para esta erótico-festival semana ahí van dos apuestas seguras de las que nunca os he hablado todavía.
Empezaré con un vino creado por los propietarios de las Bodegas Emilio Moro, las Bodegas Cepa 21 (que ya en otra entrada os hablaré de la campaña #DePuraCepa21 , hoy me centraré más en el vino y sus emociones). Se trata de MALABRIGO 2015 (Ribera del Duero), un vino de “pura cepa”, pero, sin caer en el eslógan fácil, este vino, una vez en el paladar, transmite ese sabor a terroir y tradición adaptados a los tiempos actuales en los que se buscan vinos más cómodos de tomar.
Se trata de un 100% Tempranillo procedente del pago del mismo nombre, cuya finca singular presenta una climatología dura (con contrastes térmicos extremos que permiten maduraciones prolongadas del hollejo y aportan cuerpo, fruta y complejidad al vino). La añada que he probado, la de 2015, ha sido además una de mejores de los diez últimos años, especialmente para los “vinos de guarda”, debido a una primavera más cálida de lo habitual que propició un buen desarrollo vegetativo de la vid y a un verano seco que provocó una brotación temprana, una maduración muy completa y una concentración excepcional, dando como resultado vinos muy intensos, aromáticos y con gran capacidad de evolución en botella.
En una copa de Malabrigo 2015 se puede apreciar un balance perfecto entre fruta y madera, y entre la potencia y la calidez con una complejidad fuera de lo común. Pese a su año y medio de envejecimiento (en barricas de roble francés), a la vista mantiene un intenso color rojo cereza que denota una materia prima excepcional. En nariz es limpio, nítido y rico en matices marcados por las notas a frutas negras maduras. En boca se muestra pleno, con un tanino persistente pero muy maduro y un final largo que permanece en el paladar y en el recuerdo. A mí me recuerda a un amor intenso pero con un final feliz y ameno. Como esas relaciones que no terminan de arrancar, pero terminan en boda y todo. Perfecto para este San Solterín descorcharlo en el sofá, ponerse Netflix y mariador con una hamburguesa que encargues a través de Glovo, por ejemplo. El precio de la botella está en los 45 euros, pero creo que merece la pena probarlo.
Y si estás algo aburrido de la Tempranillo...
Los ‘Mencía-Lovers’ como yo (que ya estamos cansados de la misma uva “de siempre”) estamos de suerte. Y no deberías cerrar este invierno sin haber conocido este vino del Bierzo, elegido “mejor vino tinto con crianza”. Se trata de BALTOS 2016 de las Bodegas Dominio de Tares. Según la revista ‘Vivir el vino’ y su famosa Guía ‘365 vinos al Año’ ha decidido otorgarle, en 18 edición de premios, dicho reconocimiento a esta joya.
BALTOS 2016 procede de viñedos de más de 40 años, ha experimentado una delicada crianza en barrica y un afinado posterior de 8 meses en botella. Para Rafael Somonte, director técnico de Bodegas Dominio de Tares, Baltos 2016 es “un vino increíble que representa al detalle lo que hoy es España como productor: toda una potencia en la elaboración de grandes vinos a precios super-competitivos”.
Este vino va se inspira en un público inquieto, que buscan nuevas sensaciones vinícolas y dispuesto a conocer una marca que conjuga viveza y frescura. Por eso, es ideal para el San Solterín o, en su defecto, esas parejas alternativas y aventureras, que en lugar de optar por un Spa prefieren escalar el Himalaya o recorrer Portugal en bicicleta.
A mí este vino me produce una simpatía especial por su total originalidad ajena a los “tradicionalismos” de los vino-coñazo que proyectan lo mismo de siempre. Que si elegancia, que si equilibro... ¿Adónde vamos con tantas palabrejas? Es un vino ideal para una canita al aire o (¿por qué no?) una primera cita pero diferente a las establecidas por esta sociedad. En lenguaje de emociones a mi me evade a la aventura, al riesgo y a la libertad de sentir el control de tu vida. Por poco más de 8 euros puedes hacerte con este vino y así experimentar tus propias aventuras.
Ya sabéis que yo sólo bebo vino en dos ocasiones: cuando estoy enamorada y cuando dejo de estarlo. Así que, celebraré San Valentín; pero también este San Solterín en casa de mis buenos amigos, Marc y Edel, acompañados de su husky, y descorcharé, con vistas al Teatro Real desde su ático ubicado en plena Plaza de Santo Domingo, Malabrigo 2015 porque Edelmiro es bastante conservador en materia de enología, y creo que encaja bastante más. Pero quizás, el sábado me dé por el Baltos 2016, y el domingo cerraré mi fin de semana con un baño de burbujas y sales acompañada del Veuve.
✕
Accede a tu cuenta para comentar