Gastronomía

Un atípico rosado Marqués de Riscal en el Hotel Ritz

Un atípico rosado Marqués de Riscal en el Hotel Ritz
Un atípico rosado Marqués de Riscal en el Hotel Ritzlarazon

Un rosado atípico es así cómo se podría definir la última joya de Marqués de Riscal que pudimos conocer la semana pasada en el Hotel Ritz. Se trata de una edición limitada (hablamos de una simbólica cifra de 5.000 botellas), elaborado a partir de la Garnacha y el Tempranillo, con lías de Sauvignon Blanc.

Se trata de un rosado de sangrado natural donde sólo se aprovecha, después de una breve maceración, el mosto que fluye directamente de la prensa después de su llenado. Y, tal como ha expresado Luis Hurtado de Amézaga de Marqués de Riscal, “Hemos aprovechado la bodega de Rueda para hacer una original crianza del vino. Una vez terminada la fermentación, hemos utilizado lías seleccionadas de la variedad Sauvignon Blanc de nuestras fincas de la zona. Esta crianza sobre lías aporta un mayor carácter tiólico al vino, le da una mayor untuosidad y mejora su estructura en boca dotándolo de una gran personalidad”.

Como de emociones va esto, a mí me resulta un vino moderno, cosmopolita y sensual. Elaborado a partir de las uvas Garnacha y Tempranillo, se aprecian aromas frutales que son potenciados debido a permanecer unos meses en contacto con “lías finas” (las lías son microorganismos como levaduras, cuyo objetivo es la fermentación alcohólica)) de Sauvignon Blanc, aportando así frescura al vino.

Mientras que la Garnacha aporta frescor, acidez equilibrada, aromas florales, prevalenciendo una y una intensidad de color baja. Las aportacones del Tempranillo son cuerpo y estructura, además de notas de frutos rojos y una mayor intensidad colorante. El resultado es un vino rosado “atípico” con una longitud en boca poco habitual y gran complejidad.

Sobre Marqués de Riscal

(Fuente Agencia ‘Savoir Faire’)

Marqués de Riscal siempre ha sido una empresa pionera y referente del sector vitivinícola. Ya en 1858 se convirtió en la primera bodega de Rioja que elaboraba vinos según los métodos bordeleses, en 1972 en la primera bodega impulsora de la Denominación de Origen Rueda -donde se elaboran sus afamados vinos blancos- y en 1991 se lanza Barón de Chirel, primer vino de alta expresión (Barón de Chirel 1986). En 2006, inauguró la Ciudad del Vino, con un edificio diseñado por el arquitecto Frank O. Gehry, que supone la obra más vanguardista realizada hasta la fecha por un bodega española. Marqués de Riscal comercializa sus productos en más de 110 países y sus vinos gozan de las más elevadas distinciones internacionales, así como numerosos premios y menciones en prensa especializada. (Fuente Agencia ‘Savoir Faire’)