Israel
Gaza, periodistas y corrección política.
Por Juan de la Torre, de la Asociación de Amigos de Israel en España
Publiqué en Twitter lo siguiente: El conocido “activista de DDHH en Gaza” (no es broma), Ahmad Mansour Hassan, era en realidad comandante de las Brigadas Al-Aqsa de la brigada de Ayman Jouda. Ha volado en pedazos manipulando un misil que pensaba lanzar sobre Israel.
La favorable respuesta que tuvo puso en evidencia otra de las mentiras (una de tantas) que los terroristas de Hamas venden desde Gaza, a todo el mundo le pareció casi increíble pensar que un “conocido activista palestino de derechos humanos” era en realidad un líder terrorista.
Como pueden imaginar, en los casi 20 años que llevo denunciando el terrorismo palestino y defendiendo a Israel, he visto de todo: supuestos inocentes civiles, como les llaman en medios occidentales, que en Gaza presentan en grandes carteles y vestidos con su uniforme militar como mártires, incluido también algún supuesto periodista palestino que vimos en esos mismos carteles de Hamas con su arma y uniforme.
He visto a enviadas especiales de RTVE en Gaza que durante un mes no vieron a un solo terrorista de Hamás y por supuesto no sacaron ni una sola imagen de ellos. Sigo viendo a reporteros destinados en Jerusalén (capital de Israel), que no se enteran o no quieren enterarse, que en un solo fin de semana, Israel sufrió los impactos de 200 misiles Qassam lanzados desde Gaza. Esos mismos periodistas que no han visto o no quieren ver como desde hace un mes Israel padece cientos de incendios forestales, provocados por terroristas de Hamas. Todos siguen un discurso políticamente correcto (que debe incluir siempre frases como “inocentes víctimas palestinas”) y si alguien se sale de él, sencillamente se queda sin trabajo.
A estas alturas puedo decir que he aprendido que cuando se habla de Israel, los terroristas saben que pueden divulgar cualquier mentira por muy grande e increíble que parezca, porque una pandilla de palmeros en medios occidentales, difundirán las noticias que a ellos les interesen y ocultarán aquellas que les perjudiquen.
Israel no es el problema, si no el síntoma de una enfermedad que arrasa nuestras sociedades a través del discurso “políticamente correcto” que nos han impuesto. Camiones y coches se conducen solos y atropellan a los viandantes, “la gente muere” cuando en realidad han sido apuñalados hasta la muerte por un terrorista, un tipo irrumpe con un hacha en un tren o una estación, pero siempre se trata de un loco que nada tiene que ver con terrorismo.
Ese discurso de la corrección política o de la post-verdad inventa un falso presente y reinventa un imaginario pasado. En nuestro país estamos viviendo como se blanquea el terrorismo de ETA, como terroristas son ahora “hombres de paz”, como en el pasado no se asesinaba a inocentes, si no que en realidad, estos “morían” en un imaginario “conflicto”.
La única manera de acabar con esto es despreciar y denunciar públicamente este tipo de discursos y a los medios que los difunden. Hagamos que los algunos periodistas dejen de sentirse intocables ocultos tras un discurso políticamente correcto y saquemos a la luz su falta de ética, profesionalidad e integridad. Solo así combatiremos sus mentiras.
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