La carta

Comenzamos el año en Madrid con nuevos espacios de Participación ciudadana. Parece que la Alcaldesa, los Concejales, las comisiones, las mesas diversas, los Plenos de distrito y los centrales, no son lo suficientemente representativos para Ahora Madrid, me preocupa seriamente, porque el asunto no está en lo concreto, sino en la doctrina general: el actual gobierno de Madrid no parece reconocer que somos un Estado de Derecho que se fundamenta en una democracia representativa y no participativa.

Bajo la máxima permanente de los representantes de Ahora Madrid que sostienen haber llegado para destruir el Sistema, no cesan de inventar modelos de participación, cada vez más complejos y difíciles de entender con el único objetivo de que los ciudadanos votemos a las ideas y no a las personas. Es un proceso novedoso, mantienen, pero no nos informan sobre los gastos que nos van a suponer a todos sus geniales ideas. De sobra saben que es una inversión inútil para forzar la participación que no consiguen de forma natural, los madrileños estamos ya hartos de sus constantes ocurrencias.

El pasado miércoles, ayer mismo, Rita Maestre, nuestra intrépida portavoz municipal, nos sorprendió con una rueda de prensa que más parecía un juego de acertijos, era imposible que ningún representante de la Prensa comprendiese ese embrollo de votaciones en mesa, electrónicas, en la calle, en los edificios municipales, con funcionarios, sin funcionarios, en fin un lio monumental. Eso sí, van a publicar un mapa para que conozcamos los puntos de votación, un gasto más.

Ya ni les cuento el entramado que van a conseguir con sus famosos y recién presentados Foros Locales esos de los que el concejal Soto dice que van a ser el “cañón de participación, el despliegue territorial que necesitamos”. Lo que me faltaba por oír, menos mal que según el teniente de Alcalde Murgui, también muy implicado en los asuntos de participación, tienen un reglamento de los más avanzados de Europa. ¡Qué tranquilidad!

Todo esto empezó con una carta que los vecinos de Madrid recibimos recientemente, muchos se preocuparon, otros llamaban a Partidos e Instituciones para consultar qué debían hacer. La realidad es que nos informaban de un nuevo sistema de participación ciudadana que ha puesto en marcha el Ayuntamiento en los últimos meses y nos animaban a votar, por un lado, las propuestas ciudadanas más apoyadas que habían recibido el apoyo del 1% de las personas mayores de 16 años empadronadas en Madrid, cifra importantísima como verán, y, por otro lado, proyectos para los distritos.

Comprenderán que el jaleo es monumental, desconcierta a los vecinos y los mantiene en una constante alerta, que, a mi juicio, es lo que quieren conseguir desde que ostentan el poder.

Veremos cómo termina esta inaudita e interminable historia que pasa por tener que montar mesas para las votaciones, elegir los representantes de las mismas, tener un censo, realizar escrutinios y trasladar resultados fiables a los ciudadanos que hayan decidido participar y a los que no.

Sostienen, los ediles, que es un proceso especialmente único porque la gente va a poder decidir y participar en las decisiones municipales.

Magnífica noticia según Rita Maestre, que sostiene que gracias a ellos “la ciudadanía está contenta y activa” y, como dice nuestra Alcaldesa “Madrid está preciosísimo”.

Menos mal que de los 3 millones de habitantes de Madrid sólo han contestado a las cartas 68.000, me tranquiliza.