Laberintos políticos

Impresionante la densidad informativa de esta semana, hemos tenido desde noticias terribles, pienso en el asesinato de Miriam en Meco, angustiosas como la caída de Julen al pozo y solidarias, viendo la reacción del pueblo malagueño de Totalán ofreciendo comida y sus propias casas a los equipos de rescate. Es que España es así, ante la tragedia las personas reaccionan de manera espontánea y altruista, siempre dispuestos a colaborar, personalmente lo he conocido directamente en situaciones catastróficas en Madrid y me sigue emocionando.

Si además de los asuntos humanitarios pensamos en los políticos el nivel de intensidad aumenta: la huelga indefinida de los taxistas en Madrid y Barcelona, con sus correspondientes escraches, la formación del gobierno en Andalucía, la importante Convención del Partido Popular, los nombramientos de candidatos para las Elecciones de Mayo, algunos frustrados, como el de Ruth Beitia en Cantabria, arrepentida a los quince días de su nombramiento, tampoco olvido la cuestión catalana, quizá el mayor problema político en este momento. Para rematar el panoramanacional: las ideas de Carmena, que nunca pueden faltar y que han hecho saltar por los aires a la extrema izquierda. Todo esto además de prohibir los circos con animales, tomar medidas absurdas contra la contaminación y tener en jaque a los vecinos de varios distritos madrileños, que se han visto obligados a organizarse para colaborar con la Policía Nacional y librarse de losnarcopisos. No me canso de explicar que el Ejecutivo, liderado por Carmena, no escucha a nadie, por mucho que nos expliquen cómo funciona la participación ciudadana.

De todas maneras el mayor lío de esta semana ha sido provocar la guerra interna en el seno de Podemos. Según Errejón, el hecho de acercarse a Carmena es una “invitación a unir” a la izquierda, debe ser el único que lo interpreta así porque para los demás es una profunda crisis. Prueba de ello que no han parado hasta forzarle a renunciar a su escaño, aquellos que han considerado su movimiento como una traición al líder Iglesias. En todo este caos la mejor parada, como siempre, Carmena que, pasando de todo, habla de premoniciones y empanadillas. Cuenta que se rompió el tobillo cuando llevaba una bandeja de empanadillas para cenar con Errejón en su casa. Confirma así, que fue ella la que ha provocado el cisma, es que no para de enredar, entre empanadillas y madalenas organiza unos laberintos de muy difícil salida. A ver como solventan esta profunda división.

No quiero dejar de contarles mi experiencia en la Convención Nacional del Partido Popular. Mi sensación no puede ser mejor y no lo digo por la riqueza del programa, que también, escuchar a determinados personajes de la política nacional e internacional te produce tranquilidad, ni por la magnífica puesta en escena, sino por el buen ambiente que se respiraba, hacía tiempo que no se sentía una calidez y un entusiasmo en un acto del PP como el pasado fin de semana. Interpretan algunos medios que se necesitaba una terapia colectiva, tal vez, pero si es así, se consiguió el efecto deseado. Como decía el propio Pablo Casado hacía falta un rearme moral que se ha logrado, además trazarse. unas líneas ideológicas que resultaban imprescindibles. El llamamiento a la unidad interna, sin exclusiones; la definición de nuestros objetivos de manera clara; la participación de personas de la sociedad civil relatando experiencias personales, el recuerdo a las víctimas del terrorismo así como el llamamiento a la unidad de España hicieron del encuentro una explosión de esas energías positivas, de las que tanto se habla ahora. La Convención tenía un carácter interno, aun así, resultaba necesario hacer llegar un mensaje claro y directo a los votantes que han visto como la derecha se ha fragmentado en distintos partidos. Esta circunstancia va a condicionar sin duda el modelo de campaña que los partidos tendremos que hacer en mayo, el futuro mapa político de España promete ser cuanto menos diferente. Desde mi punto de vista, el marco ideológico quedó bien definido en torno al valor superior de la libertad y es que en estos tiempos tan confusos debemos hablar claro y evitar errores. Vivimos un periodo en el que el Presidente del Gobierno no inspira confianza, Pedro Sánchez se mantiene en la Moncloa gracias al apoyo de desleales, nacionalistas y sectores de extrema izquierda, estamos ante un panorama infame.

En fin, que la Convención terminó con un magnífico discurso del Presidente Casado en el que las ideas fueron la clave, habló de principios y valores, demostró que existe un proyecto de gobierno y animó a afiliados y simpatizantes. Todo esto tras unos intensos días en los que no faltaron los apoyos políticos de veteranos y expertos, como José Maria Aznar, por cierto muy bien recibido y aclamado por las bases del partido. Parece que la “casa común” ya está construida siguiendo unos planos diseñados por magníficos arquitectos.