Economía
¿Qué nos depara 2018 en materia económica?
En 2018 habrá un menor impulso de los vientos de cola favorables que vienen ayudando a la incipiente recuperación de la economía española. Principalmente, por la subida de los precios del petróleo.
Sin embargo, el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá su política monetaria expansiva, que está favoreciendo el crecimiento de nuestra economía. Así, los tipos de interés seguirán a cero, al menos hasta septiembre de 2018, favoreciendo el crédito y estimulando con ello la inversión y el consumo. Los precios de las hipotecas seguirán a la baja. Todo ello hará que en este año sigamos creciendo con una velocidad de crucero con un incremento estimado de nuestro PIB en torno al 2,5% para 2018.
Con este crecimiento, el comportamiento del empleo también será favorable. Se estima la creación de unos 500.000 nuevos puestos de trabajo para este año.
¿Cuáles son los principales nubarrones?
En primer lugar la mala calidad de ese empleo. Los bajos salarios pueden mermar el consumo y condicionar nuestro crecimiento, sobre todo cuando cambie la política expansiva del BCE.
Venimos teniendo buenos datos de empleo en términos de creación de puestos de trabajo. Hemos terminado el año 2017 con una cifra de 3.400.000 parados. Lo que significa que aún hay 1.300.000 parados más que en diciembre de 2007, año anterior a la crisis.
En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, en 2017 ha crecido un 3,4% anual, es decir más de 600.000 personas. Teniendo en cuenta que el crecimiento de la economía española en 2017 ha sido de un 3,1%, ello implica que hemos tenido una productividad negativa. Esto se explica porque los trabajos que se han creado han sido trabajos muy precarios, de muy bajo valor añadido y de baja remuneración. Trabajos que no apuestan por el cambio de modelo productivo. Se trata básicamente de empleo temporal. De hecho, sólo nueve de cada cien contratos de trabajo que se han firmado son empleos indefinidos. Y uno de cada cuatro nuevos empleos tiene una duración de menos de una semana. Esta temporalidad del mercado de trabajo español se ha venido incrementando fundamentalmente a raíz de la reforma laboral del año 2012, y perjudica nuestra recuperación.
En segundo término, el comportamiento de los precios que van a subir este año en torno a un 1,5%. Básicamente por el aumento de los precios del gas, cuya subida es de un 6,2% y el incremento de los precios de la electricidad. Hasta que no se lleve a cabo una reforma en el mercado eléctrico no habrá buenas noticias. Asimismo también van a subir los precios de los alquileres y de la vivienda; así como los precios de la telefonía.
Y en tercer lugar, las tensiones en Cataluña que estamos viendo que empiezan a afectar al crecimiento económico de la Comunidad Autónoma y del conjunto de España. La inestabilidad política y la incertidumbre están repercutiendo en el turismo y están lastrando la confianza de la inversión y el consumo.
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