Salud
Fruta, verano y... ¿alergia?
Cualquier momento es bueno para darle fruta a los niños, pero es sabido, que a algunos peques les cuesta más que a otros comerla. Por eso, el verano es un buen momento para ofrecerles fruta de temporada, que fresquita, resulta una merienda muy rica y también muy socorrida para las mamás. Sin embargo cada vez escuchamos más casos de alergias a este rico alimento. ¿Se puede tener alergia a la fruta? La Dra. Cristina Ortega Casanueva de la Unidad de Alergia y Neumología Infantil del Hospital Quirónsalud San José nos ayuda a resolver nuestras dudas al respecto.
“La alergia a frutas” explica la Dra. Ortega, “es más frecuente a partir de la adolescencia y son los alimentos que producen más reacciones alérgicas en la población adulta y, en España, las rosáceas inducen el 70% de todas las reacciones alérgicas a las frutas.”
Las rosáceas pertenecen a una familia de plantas que incluyen muchas de las frutas que toman habitualmente nuestros pequeños, como la manzana, la pera, el melocotón, la ciruela, la cereza o la fresa. Otras frutas que pueden producir alergia son el kiwi, el mango, la piña, el melón, la sandía, el aguacate o la uva.
Una fruta muy rica, nutritiva y fácil de transportar es el melocotón, pero muchos hemos oído "que da mucha alergia". Siempre existió la creencia de que era la "pelusilla"la que producía la alergia porque era irritante. También se relacionó con la piel, porque podía llevar granos de polen.
“Sin embargo”, aclara la especialista, “se ha comprobado que son las proteínas que contiene la propia piel las causantes. Por eso, hay niños que son alérgicos al melocotón con o sin piel.”
Ante la duda, lo mejor es evitar dárselo y consultar con el pediatra especialista en alergia infantil. También hay que tener especial cuidado con el albaricoque y otras frutas de pelo (paraguaya o kiwi).
“La forma de presentación”, aclara Ortega, “de una reacción alérgica suele ser generalmente de carácter local: picor de la boca (oral u orofaríngeo) o de los oídos (ótico), cosa que se conoce con el nombre de síndrome de alergia oral (SAO). Las frutas asociadas a este síndrome pertenecen principalmente a la familia de las rosáceas. A veces también puede aparecer enrojecimiento de los labios (eritema labial), alrededor de la boca e inflamación de los labios y lengua (angioedema oral).”
Se debe sospechar alergia a una fruta si los síntomas que acabamos de describir aparecen poco tiempo después de ingerirla. Si eso pasa, es importante tomar nota del episodio y observar si reaparecen otras veces tras tomarla. “Insisto mucho en ello”, subraya Ortega, “porque siempre que acuden mi consulta hago muchísimas preguntas sobre el día en que comió el alimento, ya que es muy importante para el diagnóstico, y muchas veces el problema es que no se recuerda.”
Si surgen molestias después de comer una fruta (o un alimento, este consejo vale para todos), es muy importante recordar todo lo que el niño comió, hasta el más mínimo detalle. Anotar el alimento implicado, el tiempo transcurrido desde que lo ingirió hasta que aparecieron los síntomas, una relación del orden en que lo hicieron, si desaparecieron en minutos u horas y si hubo que llevar al niño al servicio de urgencias.
Si el pequeño presenta picor en la lengua, al tragar o alrededor de la boca, debe parar de comer la fruta en cuestión, lavarse la boca y tomar la medicación prescrita por su alergólogo pediatra.
En el caso de que esto nunca le hubiese pasado con anterioridad, hay que acudir al servicio de urgencias pediátricas que más próximo y, tras el episodio, pedir cita en la consulta de alergia infantil.
¿La alergia a la fruta se cura?
“Muchos me preguntan si la alergia a las frutas se cura”, afirma la Dra. “La mayoría de las alergias a alimentos”, continúa, “desaparece con el tiempo, aunque esto depende de muchos factores: de la edad a la que empezaron los síntomas, de su gravedad y del alimento concreto que la origina.”
Por norma general, la especialista nos aclara que “generalmente las alergias que "más se curan"son aquellas que empiezan cuando el niño es más pequeño (sobre todo, a leche de vaca y huevo), sin embargo las que se generan más tarde, cuando el niño es mayor o, incluso, adolescente tienden a permanecer más tiempo, incluso de por vida.”
Es muy importante que los niños coman fruta, pero si presentan alergia a alguna de ellas o creéis que pueda ser así, no dudéis en preguntarle a vuestro pediatra especialista en alergia infantil para que realice un estudio completo, os paute el tratamiento adecuado en caso de ingesta accidental y por supuesto, os ofrezca una fruta alternativa.
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