Investigación científica
Objetivo: anticiparse al cáncer
La razón exacta por la que una persona desarrolla el cáncer se desconoce, pero sí sabemos algunos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar cáncer.
Hay algunos que no podemos controlar, como la edad (3 de cada 5 personas que contraen cáncer son mayores de 65 años) y otros que sí tomando decisiones de estilo de vida positivas como no fumar, comer una dieta saludable y mantenerte físicamente activo.
Los genes y el cáncer
Entre un 5% y un 15% de los cánceres tiene un componente hereditario. Los más frecuentes son:
► Tumores hereditarios de mama y de ovario.
► Tumores hereditarios del intestino (colon y recto) y de órganos relacionados (útero, vías urinarias, ovario, mama).
Se puede sospechar de un cáncer hereditario cuando:
► Varios miembros de una misma familia con el mismo tipo de tumor o con tumores relacionados.
► Distintos tipos de cáncer en el entorno familiar.
► Edad de diagnóstico temprana.
En estos casos, anticiparse al desarrollo de la enfermedad es posible gracias a los estudios genéticos. La detección de la alteración genética es clave para identificar el riesgo al que están expuestos los diferentes miembros de una familia y poder hacer un seguimiento más intenso en las personas con esa alteración genética que condiciona mayores posibilidades de desarrollar cáncer. Dicho de otro modo, plantear un programa de seguimiento para detectar precozmente la enfermedad y ofrecer la solución más adecuada es la manera de ir por delante de la enfermedad, dar con una solución correcta cuando hay susceptibilidad genética antes de que se manifieste.
La inmuno-oncología, uno de los campos más prometedores para el avance contra el cáncer
Por otro lado, ahora podemos estudiar los cambios genéticos del tumor detectados en una muestra de sangre. Esto nos permite tener una imagen en tiempo real de lo que está ocurriendo en ese tumor. Gracias a las nuevas tecnologías, los resultados son tan informativos y tienen tanta validez como una muestra de tejido de tumor.
Luego, con la inmuno-oncología enseñamos y potenciamos el sistema inmunológico para que sea capaz de reconocer por él mismo el tejido tumoral e iniciar un proceso de lucha contra él. O, lo que es lo mismo, hacemos que el sistema inmunológico se implique activamente en la erradicación y control de la enfermedad tumoral.
Esto, además, abre oportunidades para pacientes con mal pronóstico.
Esta información ha sido realizada a partir de los comentarios del doctor Jesús García-Foncillas López, Director de Oncohealth Institute y jefe del Departamento de Oncología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Móstoles, Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro y Hospital General de Villalba.
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