España

Coaching en las universidades

Universidad Juan Carlos I
Universidad Juan Carlos Ilarazon

Para escribir este artículo, decidí bucear un poco en internet y ver qué se está cociendo a este nivel en estos momentos. Lo cierto es que encontré mucho descrédito de esta profesión, cosa que me da mucha pena, pues el coaching es una herramienta muy bella, útil y necesaria para ayudar a las personas a cambiar, a mejorar sus vidas, a desarrollar sus habilidades, etc., siempre que el profesional del coaching sea una persona honesta, formada y auténtica.

Pero pese a tanto desconocimiento, tanto descrédito y criticismo, afortunadamente el coaching ha venido para quedarse. Y es que no conozco a nadie que haya decidido formarse en esta profesión y se haya arrepentido de ello. Lógicamente me refiero a una formación seria, reglada, avalada por organismos oficiales o universidades.

Sí: el coaching también ha llegado a las universidades en España. Por ejemplo, la Universidad Rey Juan Carlos tiene un postgrado de Coaching, PNL e Inteligencia Emocional, que por cierto he cursado yo misma para formarme como coach.

Para mí el coaching es una filosofía de vida. Una forma de gestionar los retos, los obstáculos, de superarse y encontrar nuevas oportunidades. Por eso creo que es una disciplina muy necesaria que puede venirle bien a cualquier persona, independientemente de su trabajo o situación. Y me refiero no sólo a la finalidad de convertirse en un Coach profesional y hacer de Coaching un medio de vida, sino a algo más cotidiano como desarrollar cualidades personales y habilidades profesionales, aprender a confiar más en uno mismo, gestionar mejor las emociones, tener recursos necesarios para enfrentarte a la vida diaria.

Coaching educativo

El coaching educativo está cobrando cada vez más fuerza a nivel mundial y España no se queda atrás en este campo. Y es que en el siglo XXI más que nunca vamos a necesitar desarrollar las habilidades que se van demandando cada vez más a nivel laboral.

Para convertirte en alguien que destaque en un panorama laboral cambiante e incierto, donde la tecnología y la automatización irá ganando terreno a muchas profesiones que de aquí a unos años dejarán de existir, es necesario estar realmente preparados.

Ya lo contaba en mi artículo anterior de este blog: las nuevas habilidades profesionales más demandadas laboralmente serán la creatividad, el talento, la inteligencia emocional, la flexibilidad, la gestión y coordinación entre personas, entre otras. Vamos a tender cada vez a valores más humanos y menos corporativos.

Además, uno de los problemas que surgen con frecuencia es la gran distancia que existe entre el mundo universitario o de estudios y la vida real. Muchos licenciados, al salir de sus carreras, se encuentran perdidos y sin recursos al enfrentarse al mundo profesional. Y cada vez surgen más empresas que demandan en primer lugar determinadas cualidades personales antes que un mero título, que muchas veces no significa mucho y sólo tendrá sentido si viene respaldado por resultados y la capacidad de saber desenvolverse en el complejo mundo de las empresas.

Pero eso no es todo: la sociedad, los cambios del paradigma, la aparición de nuevos valores, la globalidad , así como una altísima competencia y la falta de empleo cada vez más acuciante nos impulsan a crear nuestro propio trabajo, a convertirnos en autoempleados o a emprender.

Asistimos a una necesidad inminente de un verdadero cambio de mentalidad. Como lo contaba en uno de mis artículos la semana pasada, el trabajo para toda la vida ha muerto. Que nos garanticen un puesto nada más salir de la universidad o que entremos en una gran multinacional que nos ofrezca un sólido contrato indefinido va a ser cada vez más utópico y más difícil de conseguir.

Lo normal será tener varias carreras durante nuestra vida, saber adaptarnos a los cambios y las necesidades del mercado, ser capaces de valernos por nosotros mismos sin recurrir al estado, exigiendo que nos proporcionen un trabajo o una paga porque sí. Suena duro, pero no podemos dejar la responsabilidad de nuestro bienestar en manos de otros. Es hora de cambios, de pasar a la acción.

Por ello, el Coaching puede ser una de las disciplinas imprescindibles que deberían empezar a implantarse en los institutos y las universidades. Ante un panorama incierto y muchas veces adverso, es necesario que nos preparen de forma que aprendamos a valernos por nosotros mismos, que generemos la suficiente confianza en nuestras capacidades, que desarrollemos todos los recursos personales que tenemos a nuestra disposición.

Y todo esto no tiene que ver con asignaturas o exámenes, tiene que ver con nuestro crecimiento y potencial interno, el desarrollo de la autonomía, la fortaleza emocional, ser capaces de superponernos a las adversidades, confiar en nuestro talento y nuestras capacidades, aprender a hablar en público y saber ofrecer tus conocimientos de forma atractiva, desarrollar el optimismo y enfocarte en el crecimiento y la contribución, organizarte y establecer prioridades, ser capaz de aclarar tus objetivos y crear un plan de acción para alcanzar tus metas, generar un estado mental de éxito y superación, poder pasar a la acción y ser proactivo y responsable con tu vida. O lo que es lo mismo: comprometerte contigo mismo y tomar tu vida en serio.

Tanto en el desarrollo de la carrera universitaria, como en los estudios de postgrado o másters, con más peso todavía, el Coaching debería formar parte del plan de estudios: creando personas confiadas, con capacidad de liderazgo, emprendedores y embajadores de lo que les apasiona, capaces de contribuir al mundo con sus ideas, talentos y conocimientos.

Algunas universidades españolas, tanto públicas como privadas, empiezan a implantar másters de coaching e inteligencia emocional. Pero también incorporan asignaturas de coaching u ofrecen sesiones de coaching a sus alumnos, tanto a nivel individual como grupal. Estamos todavía en el principio de un largo camino, pero poco a poco empieza a ser una realidad, cada vez más necesaria.

El coaching además es básico en los procesos de estudio. Los alumnos aprender a desarrollar sus habilidades para mejorar su rendimiento y capacidades en la época universitaria y post-universitaria. Se trata de un aprendizaje que les podrá servir no sólo a nivel académico o profesional, sino también personal y social.

Ya es hora de que dejemos de criticar por criticar, de decir que el coaching es un engaño y manipulación que no sirve para nada. Las personas que han vivido un proceso de coaching en primera persona, acudiendo a coaches profesionales y honestos, son conscientes de los grandes beneficios que tiene sobre las personas esta disciplina. Se trata de darles herramientas a cada uno para que sea el dueño de su propia vida, para que tome mejores decisiones, sepa lo que quiere conseguir y encuentre los recursos necesarios para hacerlo.