Ruedas pelig.rosas
La duda ofende, señoría
Un diario valenciano ha destapado que un "pub"de la localidad de Ontinyent (conocida toda la vida en el resto de España como Onteniente) invitó a un grupo de personas con discapacidad a irse del local porque "había una fiesta"y no podían estar entre los numerosos asistentes a la fiesta. Según denunciaron dos monitores del Projecte Trévol, cuando llegaron el sábado 8 de febrero alrededor de las doce de la noche al "pub2 Temple, el gerente les indicó primero que no podían entrar porque había una fiesta, y luego accedió a que entrasen pero con la condición de que se quedasen en un rincón. El grupo se sintió discriminado, y optó por abandonar el local, ya que según sus manifestaciones, no pudieron ni ir a la barra a pedir una consumición, porque el gerente "les envió una camarera como favor para que no se acercasen a la barra", donde había mucha gente, según indicaron los responsables del colectivo.
Ante el "trato discriminatorio"que aseguraron recibir por parte del personal del establecimiento, una semana después responsables del Projecte Trévol volvieron al citado "pub"por la noche y entregaron al propietario, siempre según la versión de los afectados, la convención de los derechos de las personas con discapacidad. En su opinión, no fueron recibidos con amabilidad tampoco en esta segunda visita.
Los miembros de este grupo junto con sus monitores han ido en otras ocasiones a este "pub"y, al parecer, sin ningún tipo de problema, por lo que surge la duda de si la situación surgió porque se trataba de una fiesta privada, en cuyo caso no se suele permitir la entrada a nadie que no sea del grupo de la fiesta, con discapacidad o sin ella, y por lo tanto no habría discriminación alguna, o si fueron "arrinconados"y tratados con desprecio simplemente para "evitar"que "molestasen"al resto de clientes del "pub", actitud condenable que merece todas las acciones legales pertinentes. Una duda, que por el simple hecho de surgir ya es una ofensa hacia las personas con discapacidad.
También en la Comunidad Valenciana, pero esta vez en un hotel de renombre de uno de los principales focos turísticos de la provincia de Alicante, el personal generó una duda que ofende. El pasado sábado había una celebración, con cena y fiesta hasta el amanecer, a la que asistió alguna persona con movilidad reducida. La fiesta marchaba estupendamente, hasta que llegó la hora del baile y la barra libre. Muchos asistentes se acercaron a la barra a por su copa, y los camareros servían con rapidez. Unos bailaban, otros bebían, muchos se ponían delante de una cámara ataviados con todo tipo de cosas en un "photocall"montado para la ocasión y todos disfrutaban de una fiesta inolvidable muy bien montada. Pero un camarero, quizás demasiado celoso con su trabajo, se acercó a una persona que iba en silla de ruedas y le preguntó si era de la celebración, como insinuando que se había colado. No tuvo más trascendencia. La fiesta seguía, todos disfrutaban y otro camarero, que no tenía nada de señoría, al ver a una persona en silla no dudó en acercarse y hacer la misma pregunta que su compañero: ¿Es usted de esta fiesta? Sólo hay una respuesta posible: "la duda ofende, señoría".
Parece ser que a nadie más le preguntaron si era o no de esa fiesta. Es incomprensible, inaceptable, inasumible, y denunciable cuando menos públicamente, que al personal de un establecimiento le surja la más mínima duda o sospecha sobre la honradez de una persona simplemente por el hecho de que vaya en silla de ruedas.
ruedaspelig.rosas@pelig.es
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