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Declaran proyecto prioritario una planta de reciclaje en Puertollano que generará más de 60 puestos de trabajo

La innovadora tecnología de Greene convertirá 40.000 toneladas de residuos en bioaceite y biochar

Residuos de plástico
Residuos de plástico Yves Hermann | Reuters

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, ha declarado como proyecto prioritario la instalación de una planta de producción de materias primas circulares mediante reciclaje de residuos industriales promovida por la mercantil Valogreene en el Polígono de La Nava en Puertollano (Ciudad Real).

Así consta en la resolución publicada por el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), en la que se expone que la inversión de este plan asciende a casi 30 millones de euros y prevé la creación de 22 puestos de trabajos directos y 40 indirectos.

La actividad pretendida consiste en la instalación de una planta de producción de materias primas circulares, en la que los residuos como plásticos no reciclables, rechazos de gestores, residuos de papeleras y de la industria de la automoción se someterán a un tratamiento de pirólisis.

Como resultado, se obtendrá aceite pirolítico y biochar, los cuales se destinarán a su venta, mientras que la fracción del gas no condensable se valorizará en la propia instalación para cubrir sus necesidades térmicas y eléctricas.

Según consta en la orden, este nuevo proyecto se efectuará por un importe total en activos fijos de 29.914.623 euros y generará 22 puestos de trabajo directos fijos a jornada completa y contratación indefinida.

40.000 toneladas

Según avanzaba Valogreen Puertollano el pasado mes de febrero, espera iniciar las obras en los próximos meses. Esta planta se ubicará en una parcela de 23.457 metros cuadrados y se dedicará a la valorización de 40.000 toneladas anuales de residuos industriales, evitando que estos terminen en vertederos o incinerados.

El aceite pirolítico, con una producción estimada de entre 8.500 y 10.500 toneladas anuales, será utilizado para la síntesis de plásticos sostenibles, como las poliolefinas circulares. Por su parte, el biochar, con una producción de entre 4.000 y 5.000 toneladas al año, encontrará aplicación como combustible en cementeras, acerías e industrias cerámicas.

"Este enfoque no solo maximiza el aprovechamiento de residuos, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, evitando 8.000 toneladas anuales de CO2 si los residuos fueran a vertedero y hasta 30.000 toneladas en comparación con la incineración", concluye la empresa.