GASTRONOMÍA
Estos son los dulces típicos de Cuaresma que tienes que probar si eres de Castilla-La Mancha
Una gran variedad de propuestas gastronómicas para disfrutar de las recetas más tradicionales de la región castellanomanchega durante esta época
La Semana Santa viene cargada de recetas típicas -dulces y saladas- que aportan energía durante las semanas de Cuaresma, un periodo del año propio de la religión cristiana que está destinado a prepararse espiritualmente para la fiesta de Pascua.
Se trata de un espacio de tiempo de 40 días en el que los cristianos deben orar y ayunar hasta que finalice la Semana Santa. Durante este tiempo, que finaliza el 17 de abril de 2025, es común la elaboración de comidas y postres propios de la época.
Y precisamente en gastronomía Castilla-La Mancha no se queda atrás. Por eso, es muy frecuente encontrar en muchas cafeterías y bares de la región, así como en las mesas de las casas castellanomanchegas una amplia variedad de dulces típicos de estas fechas.
Pestiños
Los pestiños son dulces fritos que se cocinan con masa de harina y se suelen bañar en miel o azúcar. Son muy populares durante la Cuaresma y tienen un sabor delicioso. Su elaboración es muy sencilla, por eso se convierte en un postre muy habitual durante esta época. Además de la harina, miel o azúcar, llevan otros ingredientes como aceite de oliva, vino blanco, sal, ralladura de limón, una cucharada de anís y otra de harina en polvo.
Buñuelos
Los ingredientes que se utilizan para los pestiños son muy similares a lo que se emplean para elaborar los buñuelos, otro dulce típico de esta época. Se pueden preparar de diferentes tipos, a menudo rellenos de crema o de anís. Son ligeros y esponjosos, perfectos para disfrutar con un café. Para elaborarlos necesitas agua, mantequilla, sal, azúcar, harina, huevos y aceite para freír.
Gañotes
Otro dulce propio de la Cuaresma son los gañotes, con forma de espiral y hechos con masa de harina y huevo. Aparte de estos alimentos ,necesitas manteca de cerdo, vino blanco, ralladura de limón, sal y aceite para freír. Son crujientes y muy sabrosos. Una vez elaborados, se fríen y se espolvorean con azúcar.
Torrijas
Son un clásico de la Cuaresma, pero no pueden faltar en las mesas de los hogares castellanomanchegos. Se preparan con rebanadas de pan empapadas en leche o vino, rebozadas en huevo y, una vez que están fritas, se espolvorean con azúcar y canela. Para elaborarlas necesitas leche, huevos, azúcar, canela, pan, cáscara de limón y aceite.
Rosquillas
Se caracterizan por su sabor suave y su forma redonda, con un agujero en el centro. Aunque aparentemente todas parecen iguales, pueden ser de anís o limón. Se convierten en el postre ideal para acompañar a un café o chocolate caliente. Se cocinan con harina, azúcar, levadura en polvo, huevos, aceite, leche, ralladura de limón y sal.
Alfajores
Aunque su popularidad varía, en algunas localidades se preparan alfajores, muy apreciados durante la Cuaresma. Su receta varía según el lugar, pero generalmente son galletas rellenas con dulce de leche o mermelada y cubiertas con azúcar glas o chocolate. Entre sus ingredientes principales, se encuentra la mantequilla, azúcar glas, yemas de huevo, harina de trigo. maicena, sal, vainilla, polvo de hornear y dulce de leche.
Mona de Pascua
Pese a que este postre se asocia más con la Semana Santa, en algunas zonas de Castilla-La Mancha se comienzan a preparar durante la Cuaresma. Estas tortas se preparan generalmente con una base de brioche o pan dulce y suelen llevar un huevo duro en el centro, que simboliza la resurrección. Se cocinan con harina, azúcar, levadura, huevos, leche, mantequilla, sal, vainilla, ralladura de limón, huevos, azúcar y fideos de colores.