Sanidad
Verónica Casado: «Nuestra Sanidad es como un Ferrari, puntera y de calidad, pero muy cara»
La consejera niega que se vayan a cerrar consultorios, insiste en que la solución pasa por ordenar los recursos y asistir a la demanda y asegura, contundente, que el sistema será sostenible «si es eficiente»
Verónica Casado ha sido cocinera antes que fraile, como se suele decir por estos lares. Conoce mejor que nadie los entresijos y las tripas de la Sanidad de esta Comunidad, puesto que ha pasado por todos los niveles. Desde la docencia a la investigación, pasando por la gestión y planificación y, sobre todo, como médico de familia, su pasión, y por lo que hace apenas un año era considerada la mejor del mundo. Una época en la que todo eran parabienes, loas y palmadas en la espalda -no como ahora que se ha convertido en la diana de la oposición-, y donde la ahora consejera de Sanidad era una pieza codiciada por los partidos en vísperas de las elecciones autonómicas y municipales que se avecinaban.
De hecho, Casado reconoce a LA RAZÓN que tuvo varias ofertas e incluso de otras autonomías, pero que la insistencia de su amigo y compañero de profesión Francisco Igea, actualmente vicepresidente de la Junta, fue el que la persuadió para dar el salto a la complicada arena política. «Costó convencerme, pero acepté porque siempre he sido muy reivindicativa y no podía estar toda la vida diciendo lo que hay que hacer para luego no ser consecuente cuando tienes la oportunidad», explica la consejera, quien admite que estos cinco meses están siendo duros, «de mucho sufrimiento personal y familiar», y que ha tenido algún bajón. «Sobre todo -dice- cuando no se entiende lo que se quiere hacer, se manipula, se miente y se usa la Sanidad y la salud de las personas como arma arrojadiza». Si bien, y aunque echa de menos a sus pacientes, afirma que nunca se ha arrepentido de esta decisión y que tampoco ha pensado en tirar la toalla. «Soy fuerte y me repongo rápido de los sinsabores. Además, tengo a mi lado un equipo magnífico».
Casado reivindica el «altísimo nivel» de la Sanidad pública española, en general, y el de la de Castilla y León, en particular. «Es como un Ferrari, puntera en intervenciones, de calidad, y con unos profesionales extraordinarios que han conseguido elevar nuestra esperanza de vida, pero es muy cara y necesitamos un PIB acorde a lo que estamos ofreciendo a la población», asegura la consejera, para quien el sistema «es sostenible» pero siempre y cuando la Comunidad obtenga más financiación autonómica e incremente su eficiencia.
Entre sus objetivos inmediatos, Casado quiere aumentar la formación de profesionales en las especialidades deficitarias, como Pediatría -donde asegura que hay un grave problema-, Traumatología, Ginecología o Medicina de Familia, y apuesta por formar más en el medio rural y en los Hospitales Comarcales. También defiende que haya más enfermeras en Primaria «porque Castilla y León tiene población muy envejecida y necesita cuidados más que curación», así como en Hospitalaria, con consultas específicas de Enfermería.
Casado dice que cuenta también con el apoyo de cada vez de más profesionales para llevar a cabo sus proyectos, y apunta, contundente, que dejar las cosas como están «no es una opción». «Tengo muy claro lo que hay que hacer y cómo para conseguir una Sanidad potente y accesible, estable y sostenible, y que mejore la calidad de vida y bienestar de los ciudadanos», dice, a la vez que advierte de que «hemos llegado a un punto de situación de emergencia tal, que o ponemos un tratamiento en condiciones o en diez años la Sanidad que conocemos no se sostendrá».
La consejera niega que se vayan a cerrar consultorios o a sustituir enfermeras por médicos en la reordenación de la Atención Primaria rural que plantea, como le están acusando desde el PSOE. Y tiene claro que la solución pasa por ordenar los recursos existentes y por una atención sanitaria a la demanda. «Lo que no puede ser es que de 25 horas clínicas que pueda tener un médico rural a la semana se pase quince en el coche», advierte Casado, para quien la Atención Primaria tiene que ser el pilar básico del sistema. «Si funciona, todo lo demás también lo hará», apunta, a la vez que avanza que en dos años el sistema estará ordenado y planificado, para que pueda estar a pleno rendimiento esta legislatura.
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