Zamora
Sin citas hasta junio para cortarse el pelo
Las peluquerías pueden abrir desde este lunes pero con sólo un cliente en cada local
En el denominado “Plan para la Transición hacia una nueva normalidad”, el Gobierno ha establecido que este próximo lunes, 4 de mayo podrán abrir “locales y establecimientos con cita previa para a atención individualizada para clientes", entre los que se encuentran las peluquerías. Deberán contar con mostrador, mampara o, cuando esto no sea posible, garantizar el máximo de protección individual.
Ya, a partir del 11 de mayo, podrán abrir sin cita previa el resto de establecimientos con un aforo limitado al 30 por ciento y con una distancia mínima de dos metros entre clientes.
Un anuncio que ha pillado desprevenido al sector y son muchas las empresas que están planteándose abrir a partir de la próxima semana por varios motivos. El primero de ellos, que no tienen el recinto preparado para ello y el segundo y fundamental, que no compensa su apertura ya que en el negocio sólo puede estar una peluquera o peluquero, con el cliente de turno y nadie más. Y, a todo ello, se debe cumplir una serie de requisitos que hace más lento aún el proceso.
Yolanda Zurro es una trabajadora autónoma zamorana que sí tiene previsto abrir su establecimiento “Dama” en la capital la próxima semana, concretamente el martes. Y aunque se muestra contenta por poder volver a abrir las puertas de su negocio tras un mes y medio cerrado, también muestra su preocupación por la situación, y por el cambio radical de método para encarar su trabajo, y cierto agobio ante el trabajo que se le viene encima.
“Comuniqué por whatsapp que iba a poner una lista de espera, y la gente se volvió loca. Ya tengo casi 200 personas en ella. Tengo cubierto todo el mes de mayo y ya al que llama le tengo que decir que no hay nada hasta junio”, señala a LA RAZÓN mientras está en el local preparándose para la apertura.
“No nos esperábamos este anuncio y nos ha pillado un poco por sorpresa”, indica y manifiesta que aún no tiene muy claro cuáles son las pautas a seguir, aunque está desinfectando todo el local, eliminando todos los productos ajenos a su labor “para que la gente no toque nada”.
Pautas a seguir como las de únicamente atender a gente con cita previa; eliminar las típicas revistas y prensa del lugar, así como los dispensadores de agua o entregar una bolsa individual para recoger las pertenencias del cliente, son claves para poder trabajar con toda la seguridad y garantía posibles, indica esta trabajadora.
Además, la tarea de por sí, será más complicada, ya que el cliente deberá tener puesta una mascarilla en todo momento, al igual que Yolanda, que a parte de dicha mascarilla contará con una pantalla , además de una bata desechable y un delantal de plástico. “Toda precaución es poca”, aduce. A todo ello se suma, la colocación a la entrada de unos empapadores con lejía para desinfectar el calzado.
A todo ello se suma, que una vez acabado con la persona a la que ha estado atendiendo, arranca un nuevo proceso, que será el desinfectar todo el aparataje utilizado como los lavacabezas, tocadores o sillas o sillones.
De momento y esta primera semana, sólo se va a limitar a cortar el pelo, “ya que si tengo que poner tinte a una persona, estoy media hora parada y si estuviera otro cliente iba aprovechando. De esta manera no compensa”, indica. “La gente se piensa que vamos a trabajar igual que antes, y para nada, el procedimiento va a ser mucho más lento”
Autónoma y con un mes y medio cerrado el negocio, confiesa que en esta situación “ha tenido suerte”, debido a que le concedieron la ayuda del cese de actividad y la pudo cobrar en el primer pago que hizo el Estado, además de beneficiarse de una ayuda directa del Ayuntamiento de Zamora de 500 euros y la moratoria del alquiler en este mes de abril.
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