Coronavirus

Castilla y León reivindica su fortaleza sanitaria y refuerza la Atención Primaria para la desescalada

Además, propone al Gobierno de España flexibilizar las fases y que se puedan abrir zonas sin contagios cada semana y no esperar quince días

Homenaje a los servicios sanitarios
Personal sanitario del hospital Virgen Vega de Salamanca devuelven los aplausos durante el homenaje diario por parte de los vecinosJ. M. GarcíaAgencia EFE

Castilla y León es, junto a Cataluña, la región de la España autonómica que se está mostrando más prudente a la hora de pasar a la fase 1 a partir de este lunes. De hecho, si el Ministerio de Sanidad da el visto bueno esta noche durante la reunión prevista, solo avanzarán de etapa 53.000 habitantes de 26 zonas básicas de salud de la Comunidad.

Desde el Gobierno autonómico se muestran prudentes en la desescalada debido a que el número de contagios diarios y fallecidos sigue siendo alto, pero es un hecho que ha levantado ciertas ampollas en ciertos sectores desde donde critican que esta apuesta de la Junta además de poner en entredicho el modelo sanitario de la Comunidad, ante el dato que daba la consejera este mediodía de que el sistema Medora ha detectado hasta 950 nuevos posibles casos de personas que podrían estar infectadas por la Covid-19.

Al hilo de estas cuestiones, tanto el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, como la consejera de Sanidad, Verónica Casado, no solo han reivindicado este jueves la fortaleza de la Sanidad pública de Castilla y León sino que, además, defienden a capa y espada su modelo de desconfinamiento. Y tiran para ello de los datos letalidad de la enfermedad, que es menor que en otras regiones de la España autonómica también muy afectadas por el coronavirus, como Castilla-La Mancha, Madrid o la Rioja, con entre diez y quince muertes menos al día que la media. “El sistema sanitario no es frágil, todo lo contrario, si nos comparamos con otras autonomías el impacto está siendo menor”, decía este mediodía Casado, mientras insistía en que la Junta apuesta por la seguridad, que tienen datos y criterios que les permiten saber lo que hay que hacer en este desconfinamiento, aunque advertía de que siguen haciendo falta criterios y umbrales epidemiológicos claros para todas las autonomías, que permitan afrontar la desescalada y evitar un rebrote que supondría «un verano terrible».

Casado avanzaba que va a reclamar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, durante el encuentro telemático que mantienen esta noche, que el Gobierno flexibilice su plan de desconfinamiento y permita que se puedan abrir zonas sin contagios cada semana en lugar de tener que esperar quince días para pasar de fase.

Por otra parte, la consejera avanzaba que en este proceso de desescalada que han previsto en la Comunidad la Atención Primaria será protagonista y que por ello se va a reforzar con la incorporación de médicos de familia así como de enfermeras y técnicos de Enfermería y cuidados, además de que incentivarán a los MIR que terminan este año su formación con ofertas de trabajo para que se queden. De la misma forma, se nombrará a una persona encargada de la vigilancia epidemiológica en cada centro de salud y que las enfermeras serán protagonistas en el control y la vigilancia de la enfermedad. “Analizaremos zona por zona para ver sus necesidades y actuar en consecuencia”, aseguraba Casado, a la vez que avanzaba que se va a estudiar la idoneidad de reforzar las estructuras de los servicios territoriales.

La consejera de Sanidad, Verónica Casado.JCYL07/05/2020
La consejera de Sanidad, Verónica Casado.JCYL07/05/2020larazonJCYL

La consulta telefónica ha venido para quedarse

La consejera explicaba también que los centros de salud se están preparando para la nueva normalidad en el desconfinamiento, estableciendo dos zonas o circuitos en su interior, una limpia del virus y otra sucia por así decirlo. en las que se extremarán las medidas de prevención basadas en el distanciamiento y la desinfección. Además, Casado apuntaba que las consultas telefónicas se van a seguir potenciando como filtro para evitar consultas presenciales innecesarias que puedan poner en peligro al paciente y al personal sanitario en este nuevo escenario. “Han venido para quedarse”, señalaba la consejera, que también destacaba que según vaya avanzando la desescalada se irán intensificando a la par las pruebas de detección, tanto rápidos como PCR, para intentar aislar lo más rápido posible a los enfermos de coronavirus.